jueves, 22 de abril de 2010

Los implantes cocleares, cuanto antes mejor

InfoSord-Madrid

Colocarlos antes de los 18 meses mejora considerablemente el lenguaje de los niños
El dispositivo permite que se equiparen en nivel académico a los oyentes

A los profesionales que trabajan con niños sordos que llevan implantes cocleares (un dispositivo electrónico de alta tecnología que permite a las personas sordas de nacimiento o que han perdido la audición, recuperar su capacidad de oír) no les queda ninguna duda de que gracias a ellos sus vidas se normalizan. Tampoco a la ciencia, que acaba de constatar en dos investigaciones las claras ventajas de estos aparatos, sobre todo cuando se colocan antes de los 18 meses.

Ambos ensayos demuestran que la compresión y la expresión del lenguaje, así como el nivel académico de los menores sordos con implantes cocleares, son similares a los de sus compañeros sin problemas de audición, sobre todo cuando éstos se colocan de forma precoz.



Belén Herrán, de la Unidad de Implantes Cocleares del Hospital madrileño La Paz, asevera a ELMUNDO.es que estos resultados son una realidad "con la que nos topamos todos los días. Los niños y niñas que llevan implantes, y culminan su tratamiento, se normalizan y se equiparan a sus iguales. Lo que sí tenemos claro es que lo mejor es hacerlo en el primer año de vida, antes de empiecen a hablar".

De la misma opinión se muestra Carmen Abascal, logopeda y directora, junto con Svante Borjesson, de la Fundación CLAVE. "Se sabe desde hace tiempo que en los 12 primeros meses, el cerebro es más sensible a la estimulación auditiva y al aprendizaje del lenguaje. Por eso se recomienda la precocidad en el implante y en la terapia. Es más, actualmente en España se están llevando a cabo implantes en bebés de seis meses y los resultados son espectaculares, su capacidad para aprender a hablar supera a los que se implantan con 12 meses. Cada seis meses de retraso en su colocación nos encontramos con diferencias en la expresión del lenguaje de los pequeños".

Éxito del lenguaje
John Niparko, de la Universidad John Hopkins, en Baltimore (Estados Unidos), es el director de uno de los dos nuevos trabajos. El suyo ha visto la luz en la revista 'The Journal of the American Medical Association' (JAMA). Se trata del primer ensayo a nivel nacional que valora el éxito de estos dispositivos. En él han participado 188 pequeños que recibieron el implante antes de los cinco años y que fueron comparados con 97 niños de edades similares, pero que no estaban sordos y que acudían a preescolar en dos centros privados. Todos los menores recibieron un seguimiento de tres años.

Los participantes a los que se les colocó el dispositivo fueron divididos según la edad en la que lo recibieron: con menos de 18 meses, cuando tenían entre 18 y tres años o mayores de 36 meses. En el ensayo, los investigadores evaluaron tanto la expresión como la comprensión del lenguaje de todos ellos y los compararon por edades y con sus semejantes sin aparato.

"El lenguaje y los conocimientos lingüísticos mejoran en todos los niños, independientemente de su edad después de haber recibido un implante coclear. No obstante, el desarrollo del habla se asoció positivamente con las edades más tempranas de implantación, al contrario que con las más avanzadas, y con el hecho de que el menor tuviera audición residual antes de someterle al implante", comentan los autores del estudio.

"Los menores que reciben un implante están en terapia con estimulación auditiva y logopedia. Cuando se les realiza a los 12 meses suelen estar un año de tratamiento, en cambio, la terapia se prolonga en los casos en los que el implante se realiza a los dos o tres años. Estos pequeños suelen tardar más tiempo en aprender el lenguaje pero al cabo de 24 ó 36 meses se equiparan a sus compañeros de clase sin problemas de audición", recuerda Belén Herrán.

Apoya sus palabras el doctor Niparko que insiste en que "cada año de retraso en la colocación del aparato puede retardar el desarrollo del lenguaje. Todos los pequeños con sospecha de pérdida auditiva y aquellos con antecedentes familiares deben ser evaluados precozmente para prescribirles el tratamiento lo antes posible".

De hecho, "los niños que recibieron un implante coclear antes de los 18 meses se comunicaban de forma similar a sus compañeros con audición normal en los siguientes tres años. Los niños que recibieron el dispositivo después de los tres años tenían lagunas en el lenguaje que corresponden directamente a la duración del retraso en recibir el implante", agregan los investigadores.

Otros datos que se desprenden del trabajo hacen referencia a que la mejoría en la expresión y la compresión del lenguaje también fue más elevada en los menores "cuyos padres habían interactuado muy a menudo con sus hijos antes de colocarles el dispositivo o tenían un elevado estatus socioeconómico", insisten.

Rendimiento académico
A las buenas noticias del trabajo del 'JAMA' se suman las aportadas por Federic Venail, del Hospital Universitario Gui de Chauliac (Francia) y su equipo. En un estudio publicado en el último 'Archives of Otolaryngology-Head & Neck Surgery', constatan que los pequeños que reciben implantes cocleares de forma temprana alcanzan los mismos logros académicos y laborales que sus congéneres que no están sordos.

Los científicos entrevistaron a los padres de 100 menores sordos a los que se les realizó el implante antes de los seis años y que recibieron al menos cuatro años de seguimiento (la media para todos los participantes fue de casi 11 años). Evaluaron, además, que los pequeños no tuvieran ninguna otra discapacidad.

Los datos revelan que aunque durante los primeros cursos escolares los niños sordos muestran un retraso en el nivel académico en comparación con la población general, con el tiempo se equiparan a sus compañeros. "Para minimizar este retraso previo es importante que el implante coclear sea precoz, así como la educación oral", comentan los autores.
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