El 98 por ciento de las personas con discapacidad sufre de algún tipo de violencia física, verbal, económica y hasta sexual, sin que la justicia pueda hacer lo suyo, revela estudio de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad (Feconori)
Los números son escalofriantes y el daño a las víctimas es incalculable. El 98 por ciento de las personas con discapacidad que están organizadas han sufrido violencia física, verbal, sexual o económica en algún momento de su vida; y para colmo, las autoridades judiciales no cumplen con su rol de justicieras ante esos sucesos de calamidad, que afectan la personalidad de esos seres humanos.
Esos son los resultados del “Diagnóstico de Violencia Intrafamiliar y Sexual, basada en Género en las Personas con Discapacidad”, que revelaron los directivos de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad (Feconori) en un auditorio del hotel Holiday Inn, la mañana de este miércoles.
Desde hace diez meses atrás, Feconori inició una investigación en 18 municipios del país para verificar la recurrencia de la violencia intrafamiliar y sexual de los afiliados de ocho organizaciones con discapacidad, aglutinados a su vez a esa federación. Se trata de una muestra de 611 personas, de una población de 21 mil 632 personas que están registradas como asociadas en dichas organizaciones.
La violencia en cotra de las personas con discapacidad, según los datos proporcionados por las víctimas, viene de personas cercanas a su entorno, que van desde vecinos, amigos de la familia, parientes lejanos hasta los propios familiares.
Su condición de discapacidad no es impedimento para que los violenten y tampoco lo es su sexo, pues según el estudio, de las 611 personas con discapacidad consultadas, 344 son hombres (56.3 por ciento), sin embargo, el 98 por ciento del total afirmó haber sido víctima del algún tipo de violencia, influenciado por su condición de indefensión.
Abuso sexual y violencia física en niñez
Los niños y niñas con alguna discapacidad no escapan a la violencia. Aunque en el estudio mencionan que 23 personas de las consultadas admitieron “haber sido obligadas a mantener relaciones sexuales”, al menos tres (5.6 por ciento) de los 55 adolescentes consultados, entre las edades de 12 y 15 años, revelaron ser víctimas de abuso sexual.
“El abuso sexual incide prácticamente igual en las personas con discapacidad independientemente del nivel de discapacidad. Es decir, la incidencia del abuso sexual entre discapacidades leves, moderadas y severas”, se lee en el informe. Se señala que tanto hombres como mujeres son víctimas, aunque las mujeres siguen siendo las más frecuentes.
En relación a la violencia física, al menos seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes con alguna discapacidad física revelaron sufrir de violencia física. En este caso, la mayor recurrencia de violencia física recae entre los niños (47 por ciento) en relación a las niñas (38.5 por ciento), de un total de 81, entre infantes y adolescentes.
Mujer y violencia
Si bien hombres y mujeres con discapacidad son susceptibles de violencia, la mujer se ve más afectada de manera general. A manera de ejemplo, el informe señala que cuatro (79.8 por ciento) de cada cinco mujeres con discapacidad ha sufrido violencia económica; y en violencia sexual, las mujeres superan dos a uno a los hombres.
La prevalencia de violencia sexual en contra de las mujeres se da más en el Caribe de nuestro país. Allí, una de cada cinco mujeres con discapacidad “vive o ha vivido violencia sexual”.
Respecto a los oficios del hogar, los datos arrojan que tres de cada diez mujeres discapacitadas realizan más tareas en el hogar que el resto de su familia, algo que está invisibilizado por la misma familia y la sociedad.
usticia ciega y trauma impide denuncia
El estudio también incluye los resultados de 15 grupos focales, realizados en distintos municipios con personas con discapacidad y familiares de las mismas.
En cuanto a abuso sexual, las víctimas y familiares identificaron a un total de 23 victimarios entre cónyuges, primos, ex compañeros, novios, amigos, desconocidos, jefes, entre otros. Sin embargo, el informe aclara que esos presuntos infractores no necesariamente fueron denunciados ante las autoridades correspondientes.
Aunque las personas con discapacidad reconocen que han pensado en hacer denuncias o lo han compartido con personas que consideran de confianza, en la práctica únicamente tres de cada diez que han sido víctima de abuso sexual han denunciado ante las autoridades a sus victimarios; y sólo una de cada once persona que ha sufrido violencia física lo ha hecho ante la Policía.
Entre las causas que señalaron las personas con discapacidad que no denuncian están: falta de recursos económicos, un asunto emocional, dificultades para trasladarse ante las instancias correspondientes, falta de credibilidad en el proceso.
Eso sumado a que el poder judicial tiene poca credibilidad, pues aseguran que muchos de los casos no se efectúan el tiempo necesario para completar el proceso y los victimarios no reciben castigos por sus agresiones. Además, refieren que al momento de hacer las denuncias no son atendidas adecuadamente o que fueron omitidas.
Esmereyda Gil, inspectoria investigadora de la Comisaría de la Mujer y quien asistió a la presentación del informe confesó que efectivamente, muchas veces las autoridades judiciales desestiman las denuncias de las personas con discapacidad: “A veces el Ministerio Público o el medio judicial dicen que no es lo suficiente en las entrevistas, que no tenemos un apoyo... ahí es donde ellos se basan que no hay mucha información y que desestiman el delito o la denuncia”.
Campanada de alerta para autoridades
David López, presidente de Feconori. Foto: Nery García/ConexionesDavid López, presidente de Feconori, lamentó que las autoridades judiciales y policiales no brinden atención adecuada a las denuncias de violencia de las personas con discapacidad, pues recordó que si el 98 por ciento son víctimas de organizaciones aglutinadas a la federación, significa que las personas con discapacidad que no están organizadas sufren los mismos atropellos o peores.
En Nicaragua, según la Encuesta Nicaragüense para Personas con Discapacidad, realizada en 2003, alrededor del 10.25 por ciento de los nicaragüenses sufren de algún tipo de discapacidad, lo que significa que en el país existen unas 600 mil personas en esa condición.
“Vamos a retomar cómo vamos a defendernos y cómo vamos a realizar un cambio tanto de imagen como de pensamiento de todas las personas. La relación que tenemos hacia las personas del resto de la comunidad, de la apreciación de las personas tienen hacia nosotros”, señaló Anielka Mayorga, de la Asociación Nacional de Sordos de Nicaragua.
Mientras tanto, los miembros de Feconori se preparan para visitar a las instancias estatales para denunciar, en base a los resultados del estudio, la violencia intrafamiliar y abusos sexuales en contra de las personas con discapacidad, con la esperanza de lograr un eco en los funcionarios públicos a cargos de esas instituciones.