La escuela especial uruguayense busca recaudar fondos para materiales y pilas para sus alumnos. Cruzada solidaria de la escuela Ponce de León de Concepción del Uruguay
Desde hace dos semanas, la escuela especial Nº 11 Pedro Ponce de León para personas sordas e hipoacúsicas y con servicio para ciegos, lanzó una campaña que denominaron Tapa, tapita, cartón, que estará destinada a la compra de insumos para alumnos sordos y ciegos.
También se adquirirán pilas de implantes y audífonos, materiales a utilizar por los chicos en talleres de capacitación laboral, hojas para Braille, regletas y punzones.
El proyecto creado por las maestras y profesoras del turno mañana de la escuela también suma a distintas escuelas de La Histórica, que además también tendrán reciprocidad en los logros de la campaña.
Las maestras explicaron a UNO que más que nada lo recaudado estará destinado sobre todo a la compra “de baterías para los audífonos de los alumnos. Este es el mayor gasto que tienen ellos, ya que las baterías o pilas se gastan con facilidad. Deben ser cambiadas cada tres días más o menos y cuestan alrededor de 10 pesos cada una, lo que lleva un gran presupuesto para las familias de los chicos”.
A esto también se agregan los materiales que comenzarán a utilizar los chicos en los talleres de capacitación laboral que inició la escuela Avellaneda este año, al que concurren varios alumnos de la escuela.
La historia cuenta que allá por finales de la década del 80, el tesón y el amor de un padre por su hijo sordo lo llevaron a recorrer Concepción. Buscaba apoyo para su hijo y para los tantos como él que había encontrado en su camino. En su búsqueda, Rubén Roude encontró en la maestra especial Barón, el inicio de la solución y de la esperanza para su hijo y los otros tantos que comenzaba a conocer.
Y anduvieron, como una escuela rodante, dando clases en capillas y aulas prestadas. Hasta que el Rotary Club les cedió el viejo caserón de Perón y Peyret, esquina que hoy muestra orgullosa y señera a la escuela.
En el medio, los memoriosos del barrio Puerto Viejo recuerdan una feroz tormenta a mediados de los 90 que voló los techos de la escuela, marcando el primer paso a la remodelación y renovación que luce hoy.
La escuela en la actualidad es modelo, ya que cuenta con todas las especificaciones necesarias para una construcción de su tipo. Sus aulas poseen cámaras de aire que aíslan todo tipo de ruidos, puertas dobles y paneles en las paredes.
Los horarios de clases se extienden por la mañana y tarde. En el primer turno se le brinda la lengua oral formal para todos aquellos que no presentan trabas en la comunicación, mientras que por la tarde se enseñan los contenidos de una escuela común, pero con lengua de señas.
Este establecimiento escolar tiene también alumnos integrados en otros establecimientos primarios, como así también en secundarios, que incluyen ambos un seguimiento por parte de las maestras de la Ponce.
También cuatro chicos concurren a la Secundaria con salida laboral en los cursos que se dictan en la escuela Avellaneda en Peluquería y Albañilería, ambos acompañados por una docente.
Cómo se lleva adelante la campaña en toda la ciudad
La campaña incluye la recolección de todo tipo de material plástico, pero deja afuera el PVC, aunque también incluyen cartones y papeles.
Por esto, desde hace días se reciben en la sede de la escuela, en Cochabamba y Juan Perón, botellas, tapitas, frascos, todo de plásticos que se depositan en grandes bolsones.
A la campaña se sumaron las escuelas Don Bosco, San Vicente, Avellaneda, Santiago del Estero y Normal.
Todo lo recolectado es procesado y compactado por una empresa de Concepción, que se encarga también de retirarlo de los lugares de recolección. Las maestras destacaron la actitud de la empresa “que no nos cobra por este trabajo” ya que lo realiza gratuitamente como una forma de colaboración con la escuela. La campaña se llevará a cabo durante todo el año.
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