martes, 13 de septiembre de 2011

Delincuentes simulan ser músicos para atracar en buses públicos


El bus se detuvo en el semáforo de la Carrera 10. Mercedes recuerda que eran como las 4:00 p.m.. Una mujer se bajó y otros dos pasajeros ingresaron. No parecían sospechosos.

A los cinco minutos, los hombres sacaron armas de fuego y amenazaron a las ocho personas que estaban en el vehículo. A Mercedes le robaron el celular y $20.000. Al conductor lo golpearon con un revólver en la cabeza y se le llevaron los $50.000 que había recogido durante la tarde. Una mujer, que viajaba con su hija, tuvo que entregar las candongas de oro que tenía la niña.

“Luego, se bajaron como si nada y cogieron por una calle del centro”, cuenta Mercedes, quien ya decidió no volverse a subir a las busetas con bolso.

Rutas del peligro

Además de los homicidios, los hurtos a las residencias, los ‘fleteos’ y ‘paseos millonarios’, la seguridad de los caleños está en alerta por los robos que a diario se registran dentro de las rutas del servicio público.

Aunque no existen estadísticas precisas de este delito, pues las víctimas no lo denuncian, los directivos de las empresas de colectivos califican la situación como “crítica”. Sostienen que casi a diario se reporta un robo en las diferentes rutas.

“Es muy preocupante porque los conductores y pasajeros quedan indefensos ante una persona que se sube armada a robar”, manifestó Ernesto Reyes, coordinador de transporte de La Ermita.

De acuerdo con el funcionario, la mayoría de los casos se registran en la noche, cuando los choferes tienen hasta $300.000 recaudados de todo el día.

La ciudadanía y los conductores aseguran que la Avenida Ciudad de Cali, la Autopista Simón Bolívar, la Carrera 10, la Carrera 70 y los barrios del Distrito de Aguablanca son las zonas de la ciudad donde se presentan más atracos al interior de los buses.

Luis Alberto Coronado, jefe de transporte de Coomepal, explicó que en estos sectores “los delincuentes aprovechan cuando una persona se baja del bus para subirse a la fuerza y robar a los pasajeros”.

Sin embargo, hay otros casos en los que los asaltantes ingresan a los vehículos de transporte público como pasajeros comunes y luego de unos minutos intimidan con armas de fuego.

A Juliana, por ejemplo, le robaron su Blackberry dentro de un bus hace dos meses. Esa vez, los delincuentes se subieron con la excusa de cantar rap. “Eran dos adolescentes. Mientras uno cantaba, el otro miraba qué podía robar”.

Al cabo de unos minutos, uno de los supuestos artistas sacó un arma blanca y amenazó a todas las personas. “Se llevaron como cuatro celulares y dinero en efectivo”, recuerda.

Indefensos

El País hizo un recorrido por algunas de las rutas más afectadas por los hurtos y verificó que los ciudadanos se sienten inseguros dentro los buses.

Gerardo, un caleño que utiliza la ruta 2E de La Ermita, reconoce que durante todo el recorrido está pendiente de las personas que se suben. “Siempre miro qué pinta tienen y si veo algo raro, prefiero bajarme porque uno queda indefenso”.

Miguel Gómez, conductor de esta ruta -que llega hasta algunos barrios de Aguablanca-, dice entender el temor de los pasajeros. Revela que en los últimos meses se han registrado hasta cuatro hurtos por semana, la mayoría de noche. “Hay un sector del barrio Marroquín II, donde siempre hay delincuentes armados esperando que pasen buses de todas las empresas”.

Hace dos meses, Miguel fue víctima de esa inseguridad. A las 9:30 p.m., dos hombres que viajaban dentro del vehículo lo intentaron robar. Como él opuso resistencia, le dispararon dos veces. Una de las balas le impactó los pulmones. “Estuve varios días en la clínica, pero luego, tuve que olvidarme del temor y regresar a trabajar”.

El alto número de hurtos tiene desesperados a algunos directivos de las empresas. Para Óscar Muñoz, jefe de transportes de Alameda, es urgente que las autoridades locales tomen medidas. “Esperamos que la Policía nos colabore, pues los hurtos aumentan cada vez más, sobre todo, porque en la ciudad hay muchos trancones debido a las obras y los delincuentes aprovechan eso para robar”.

Sin embargo, los oficiales de la Sijín de la Policía Metropolitana dicen que no han podido adelantar investigaciones, porque la mayoría de las víctimas no reportan estos robos. Según los datos de la institución, este año sólo se han recibido 55 denuncias de este delito.

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