Sordos e hipoacúsicos de Las Tunas hablan el idioma del triunfo

La presidenta de la ANSOC en Las Tunas, Ana Cristina Ochoa, habla de la superación educacional de las personas sordas e hipoacúsicas y ofrece detalles sobre el acceso de la población a los cursos de lenguaje de señas.

La vida de un sordo o hipoacúsico podría parecer callada, vacía y difícil, pero en la oriental provincia cubana de Las Tunas, a 690 kilómetros de La Habana, esas tres palabras no tienen lugar entre la mayoría de los miembros de la asociación que los acoge.

Hoy muchos limitados no ven en su discapacidad un obstáculo para superarse en la vida e integrarse a la sociedad, por eso ahora no pocos exhiben títulos de licenciados en varias especialidades. En este curso 2010-2011 otros nuevos profesionales prestigian con sus éxitos a la Asociación de Sordos e Hipoacúsicos (ANSOC), y al territorio tunero.

Ana Cristina Ochoa Vinaisa, presidenta de la ANSOC en la provincia de Las Tunas, precisó a este medio digital que el curso académico 2010-2011 fue satisfactorio para la asociación, sobre todo en la enseñanza universitaria.

“Los resultados de la escuela especial de Las Tunas, “Ramón Télllez”, han sido muy positivos. Continuamos trabajando con el proyecto de educación bilingüe para niños sordos e hipoacúsicos y seguimos insertados en todos los niveles de enseñanza. Este año graduamos cuatro estudiantes en la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Pepito Tey” de Las Tunas, así como a otros en las especialidades de Instrucción de Arte y Cultura Física. Esperamos que para el próximo calendario lectivo sean más los egresados y los que se integren a los estudios universitarios, pues las condiciones están creadas”.

En Las Tunas, en estos momentos, la Asociación de Sordos e Hipoacúsicos tiene mil 235 miembros, quienes poseen una característica común entre ellos: la pérdida en el mejor de sus oídos de 40 decibeles de audición. Pero la Asociación de Sordos en la provincia no solo tiene la grata felicidad de graduar nuevos profesionales, sino que se mantiene activa durante el verano 2011, ofreciendo a sus integrantes varias opciones recreativas y a todo el pueblo la posibilidad de aprender, mediante cursos cortos, el lenguaje de señas.

La presidenta de la ANSOC enfatizó que están insertados en todas las áreas deportivo-recreativas diseñadas en esta geografía, a propósito de vivirse en Cuba la etapa vacacional, además de la creación de un espacio especial en la sede de la asociación, donde proyectan películas, juegan dominó, entre otras actividades que persiguen lograr interacción y armonía entre la comunidad de sordos e hipoacúsicos.

Pero entre las propuestas más interesantes de la ANSOC, para esta época de descanso lectivo y laboral en el país, se encuentran los cursos de verano para la enseñanza de la lengua de señas, una opción que pretende extenderse por los ocho municipios de Las Tunas y abierta a todos los ciudadanos que deseen aprender a comunicarse con personas sordas.

Con nuevos profesionales, miembros de la Asociación de Sordos e Hipoacúsicos, cuenta hoy la oriental provincia cubana de Las Tunas. Ellos son la prueba fidedigna de lo que logra la perseverancia, el interés y el amor.