Traferri presentó un proyecto de ley para la capacitación obligatoria en lenguaje de señas

POLÍTICA

El senador Armando Traferri (Venezuela) presentó un proyecto de ley que pretende exigir a todas las dependencias públicas de las provincias una persona capacitada en atención a los sordos e hipoacúsicos

Tomar un taxi, hacer compras, ver televisión o sacar turno en el médico a simple vista son actividades que realizamos frecuentemente sin ningún problema por la mayoría de las personas.

Sin embargo miles de santafesinos tienen una lucha diaria para ser entendidos y desenvolverse en su vida cotidiana por padecer distintos grados de sordera.

Con el fin de achicar esa brecha social y hacer eficaz la Ley Provincial de Señas Vigente (Ley Nro. 13.258), el Senador Armando Traferri presentó ante la Cámara de Senadores un proyecto de Ley que exige a todas las dependencias provinciales que tengan atención al público cuenten con un interlocutor capacitado para entender y comunicarse mediante el lenguaje de Señas Argentinas y además colocar en las mismas la cartelera correspondiente facilitando el acceso visual e identificación fehaciente del personal capacitado.

“Es una deuda pendiente que tiene la provincia en el área de discapacidad”, señaló Traferri.

El proyecto además plantea el otorgamiento de un reconocimiento en forma de bonificación salarial para aquellos agentes de la administración pública que se capaciten e invita a los municipios a adherir mediante ordenanza que deberá establecer la obligatoriedad de contar con personal capacitado.

Por último, el Senador señala que piensa impulsar esta capacitación a través de talleres mediante convenios de cooperación con distintas organizaciones y asociaciones civiles vinculadas, “de esta forma seguimos pensando en incluir a la mayoría de actores interesados en el tema”.

La lengua de señas, o lengua de signos, es una lengua natural de expresión y configuración gesto-espacial y percepción visual (o incluso táctil por ciertas personas con sordoceguera), gracias a la cual los sordos pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social, ya sea conformado por otros sordos o por cualquier persona que conozca la lengua de señas empleada. 

Mientras que con el lenguaje oral la comunicación se establece en un canal vocal-auditivo, el lenguaje de señas lo hace por un canal gesto-viso-espacial

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