ASOCIACIONES
Santa Cruz (Bolivia)Discapacitados. Deben lidiar con la falta de sensibilidad de la sociedad para acceder a la salud, educación y para comunicarse con los demás, por falta de apoyo.
Sus miradas y sonrisas se cruzan en una amena jornada preparada en ocasión a la semana mundial del sordo. Jugando con sus compañeros sin otra limitante que no sea su discapacidad para oír, Víctor y Jackeline permanecen ajenos a la realidad que agobia a sus padres, quienes aún no saben qué rumbo tomará la vida de los pequeños cuando acabe esta gestión escolar. La ayuda que puede brindarles el colegio especializado se limita hasta el sexto de primaria.
"¿Usted nos puede orientar? Queremos que nuestros hijos sigan estudiando, sus maestras ya nos han dicho que vamos pensando dónde vamos a llevarlos, la cosa es adónde si ellos no pueden comunicarse con los demás porque no los entienden, para ellos es como empezar de cero", dice en una voz casi desesperada la señora Nelly Ávalos, quien por su experiencia quiere evitarle nuevos traumas a su hijo.
"Llevarlos a un sistema que no está pensado en ellos es frustrante, no hay apoyo ni condiciones para que ellos puedan formarse, más bien los discriminan", dice.
Las limitaciones que impone la sociedad superan a sus discapacidad. El drama de la mujer quizás refleja la realidad que viven muchas familias que tienen un miembro con discapacidad auditiva quienes deben enfrentar una sociedad prácticamente discriminativa y con pocas políticas para su integración en salud, educación y comunicación que son sus derechos fundamentales.
Para el presidente de la Federación Boliviana de Sordos y también titular de la lengua de señas de Bolivia, Marcelo Quiroga, los obstáculos que deben enfrentar las personas con limitación para oír van desde la falta de medios comunicativos para interpretar su realidad y necesidades hasta la carencia de políticas que den un acceso correcto a la educación y la salud que son sus principales demandas.
Si bien el dirigente de las personas sordas en Santa Cruz, destaca los avances que se han logrado en los últimos años para integrar e insertar a estas personas a la sociedad, afirma que los trabajos aún no son suficientes.
Solo como ejemplo dio a entender con señas, el caso de la educación y el acceso a la salud, donde afirma son casi inexistentes las personas que están encargadas de interpretar sus solicitudes y dolencias.
"Acceder a la salud es un verdadero conflicto, pues pese a nuestros intentos no logran entendernos. El problema de la interpretación no debería ser responsabilidad nuestra sino de los centros y del Estado para colocar personas que nos puedan asistir al menos en ciertos espacios, pero no es así, realmente sufrimos una serie de contratiempos y hasta discriminaciones", señaló con gestos.
Por otro lado, aclara que pese a que hay una cantidad de personas formadas en interpretación de señas, existen carencias y dificultades en las escuelas superiores donde se forman maestros y donde incluso los postulantes a la educación especial tienen una mínima formación en lenguaje de señas.
"El lenguaje de señas debería ser para todos como dice la ley, pero la educación inclusiva es más o menos, debería enseñarse a los maestros de educación especial a profundidad y en la regular a nivel general, aunque nuestro sistema no contempla, hay maestros de especial que no saben a cabalidad el lenguaje de señas, menos del regular", interpretó.
Los padres aportan poco en el mayor de los casos. Otro problema que destaca el experto en señas es la no aceptación de los padres de familia en tener un hijo sordo para su respectivo tratamiento.
"Un niño sordo lo primordial es que aprenda el lenguaje de señas, pero más del 70% de los padres priorizan la parte clínica, es decir conseguir los audífonos o la cirugía en lugar de ir adaptando la vida del niño con el lenguaje de señas que será su mejor herramienta para comunicarse y lograr la inclusión a la sociedad", señala el hombre.
Se requiere más que un lenguaje de señas. Para la experta en enseñanza a personas con discapacidad auditiva, Elva Maciel Gauto, la inclusión de las personas con esta problemática, no empieza ni termina con el aprendizaje de la lengua de señas sino de la capacidad de colaboración y sensibilidad de la población.
Por su experiencia ha notado muchas dificultades en los niños que culminan su capacitación en el colegio especializado y que emprenden el reto de la inclusión en la enseñanza regular, una batalla difícil si se toma en cuenta que la enseñanza normal no contempla el lenguaje de señas.
"En esta parte juega un rol muy fundamental los padres, ante todo que tienen que estar vigilantes de lo que sucede con los niños porque el reto no será sencillo ni imposible", dice la mujer.
"Hay padres que trabajan para incluir a sus niños en la enseñanza regular, pero el problema que tenemos es que hay poco personal que esté apto para tratarlos no solo en el lenguaje que utilizan sino con mucha sensibilidad y tolerancia para darles un trato especial", señaló.
De acuerdo a lo que explica, su institución ha llegado al extremo de capacitar y ayudar a profesores de colegios donde se albergan a estos niños, pues en las escuelas regulares no hay docentes que entiendan y puedan educar correctamente a los niños y adolescentes sordos.
Cabe destacar que en octubre de 2009 el Gobierno nacional estableció incorporar el lenguaje de señas en el sistema educativo nacional y también en los medios de comunicación audiovisual para superar la exclusión de las personas afectadas por problemas de audición.
No obstante, el primer artículo de la norma determina que en los actos oficiales nacionales, departamentales y locales debe incorporarse, de acuerdo al criterio de las autoridades, un intérprete que haga que las personas sordas puedan también acceder a la información que se estaría brindando en el acto oficial.
En la ocasión el ministro de Educación, Roberto Aguilar, indicó que se debe incorporar en los medios de comunicación audiovisual un intérprete en por lo menos uno de los noticieros de televisión, para dar a conocer el contenido de la información que se difunde.
Promoción
La lengua de señas da un paso con la certificación
El Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias dependiente del Viceministerio de Educación Alternativa y Especial certificó a 66 personas sordas en el conocimiento y manejo de la Lengua de Señas Boliviana (LSB), en acto especial, al cerrar la semana internacional del sordo a nivel mundial.
Después de un riguroso proceso de evaluación y entrevista cumplidas en todos los departamentos del país, 28 varones y 38 mujeres calificaron para recibir el certificado otorgado por el SPCC y que es avalado por el Ministerio de Educación.
De acuerdo con el director de la LSB, Marcelo Quiroga, este es un gran avance para la formación de intérpretes para promover el lenguaje de señas ya que se convierte en un recurso profesional avalado no solo por esta institución sino por el Estado boliviano y para motivar a más personas a esta área.
Ejemplos de vida
Se dan formas de emprender ante la discriminación
Encontrar una fuente de empleo era una misión prácticamente imposible para Silvana Mendoza y Ángela Hurtado, que hoy logran sustentar la economía de sus hogares gracias a su trabajo como panaderas en un proyecto del Gobierno Nacional que les ha permitido generarse ingresos económicos.
Las mujeres trabajan desde hace cinco meses elaborando panes especiales que venden en el tercer anillo y que elaboran en máquinas industriales.
"Han logrado vender sus productos no solo en nuestra sucursal que tenemos sino a distintos puntos de la ciudad donde ya conocen nuestro trabajo y el cual hacemos con mucho esfuerzo y dedicación", señaló su hija.
Si bien la mujer no puede expresar verbalmente su sentir lo hace a través de intérpretes, quienes traducen sus emociones. "Es muy difícil para nosotros conseguir empleos porque es muy difícil comunicarse con los demás, ahora salimos adelante sin desprendernos de nuestros hijos a quien cuidamos mientras trabajamos", expresó la mujer.
Sin embargo esto no acaba ahí, pues en la Asociación de Personas Sordas de Santa Cruz, se ha instalado una microempresa de confección donde además de personas con discapacidad para oír acuden otras personas con ciertas limitaciones. "Aquí no discriminamos, trabaja con unidad y sin ninguna limitación", señaló Luis Vargas, quien también se muestra ansioso por llevar sus productos al mercado local.
Además en el lugar hay un taller mecánico que demuestra la grandeza de estas personas y su lucha por salir adelante.
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