CULTURA
La Habana (Cuba)
Un proyecto que subtitula y narra algunas de las más conocidas películas cubanas contribuye hoy a que ciegos y sordos también puedan disfrutar de ciertas joyas cinematográficas.
"Zafiros, locura azul" (Manuel Herrera, 1997) es el más reciente filme añadido a una cartera de clásicos del celuloide, como parte de un programa de cineclub conocido como Tocando la Luz.
La idea es simple: un narrador describe las escenas sin diálogo para que ciegos y débiles visuales sepan qué pasa, y los sordos se auxilian de los subtítulos, aunque se pierden la música.
Por eso sorprende un filme tan musical como Zafiros, locura azul, que narra la creación, auge y decadencia de un cuarteto vocal que hizo historia en Cuba hace más de cuatro décadas.
Hasta ahora la respuesta del público beneficiado es positiva, pues lo consideran una nueva opción cultural para expandir sus posibilidades de recreación e integración social.
Tocando la luz, proyecto auspiciado por la Asociación Nacional del Ciego en Cuba, cuenta con la colaboración de experimentados actores y locutoras para ser más que una mera narración.
La idea -nacida en 2005 a partir de la proyección del filme Al fin, el mar- es transmitir ambientes, estados de ánimo y elementos que contribuyan a comunicar mejor el espíritu del filme.
Entre los filmes adaptados por este proyecto sobresale Conducta, que ganó el premio Coral a Mejor Película en el recién concluido Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
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