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Coquimbo está dando pasos importantes hacia la inclusión y promoción de la Lengua de Señas, diversas son las actividades que se desarrollan en la comuna puerto con la finalidad de potenciar y cortar la brecha comunicativa que existe entre personas sordas y oyentes.
Se encendieron las luces, comenzó a sonar la música, pero en el escenario los gestos y las señas fueron los grandes protagonistas del espectáculo. El público silente, miraba con atención la presentación de cada uno de los participantes. La emotividad, los movimientos y la calidad interpretativa de cada competidor deleitaron a los asistentes. Se unieron en un fuerte aplauso al final de cada canción, el cual rompía el silencio de un repleto salón.
Ese fue el ambiente que se vivió en el auditorio del Centro Cultural Palace, ubicado en la comuna de Coquimbo, donde se desarrolló el 1° Festival de la canción en Lengua de Señas, iniciativa organizada por agrupaciones de Sordos y de Intérpretes de Coquimbo, el cual contó con el patrocinio del municipio porteño través de su Oficina de Atención a Personas en Situación de Discapacidad.
Este evento inédito en la región, no tan sólo permitió dar a conocer una nueva disciplina en la zona, sino también marcó un precedente y una señal potente hacia la inclusión social y la promoción de esta forma de comunicación.
Karen Madariaga, intérprete de Lengua de Señas y organizadora del evento se refirió a cómo nació la idea de realizar este evento artístico en la comuna de Coquimbo, el primero en la región y el que esperan poder seguir realizando.
“La idea de realizar este festival llevaba varios años, considerando que la expresión tanto facial como corporal forman parte de la estructura gramatical de la Lengua de Señas, que es un idioma. Por esta razón decidimos en conjunto a algunas agrupaciones de sordos de la zona y con el apoyo del municipio realizar este evento.
No pensamos en tener la recepción que tuvo. Se desarrolló en un auditorio repleto y sin duda es una experiencia que queremos seguir efectuando en la zona, porque no sólo muestra esta disciplina sino también acerca la lengua de señas a la comunidad, algo muy necesario en estos tiempos”, señaló la organizadora.
Quienes también cumplen un rol importante en el impulso de estas actividades inclusivas es la Oficina de la Discapacidad del municipio de Coquimbo, los que además de potenciar y generar estas actividades han organizado una serie de iniciativas en la comuna en favor de la inclusión.
“Estamos muy emocionados y felices por como resultó el festival. Tuvo una grata recepción del público, quien llenó el auditorio y quedó maravillado con esta disciplina. Esta y otras iniciativas forman parte del verano inclusivo para las personas en situación de discapacidad.
Este es un programa contundente que ha preparado la Municipalidad de Coquimbo a través de su Oficina de la Discapacidad, dirigido para toda la comunidad en general, la que busca derribar algunas barreras y potenciar la inclusión de personas que presentan alguna discapacidad”, indicó Marcia Rojas, coordinadora comunal de la oficina de la discapacidad en la Municipalidad de Coquimbo.
Rompiendo el silencio
Según el Estudio Nacional de Discapacidad, que data del año 2004, en Chile existen actualmente cerca de 500 mil personas sordas, de las cuales algo más de 11 mil viven en la región de Coquimbo, siendo cerca el 2% de la población total de la zona.
Para quienes padecen de esta discapacidad, la realidad en el país no es para nada fácil, ya que constantemente tienen que lidiar con algunos problemas que se generan fundamentalmente por la incomunicación, situación que enfrentan diariamente las personas sordas.
William Ruíz, que padece de una sordera profunda desde su nacimiento, es actualmente el presidente del club de familiares y amigos sordos de Coquimbo, CLUFASOCO, agrupación que trabaja fuertemente en derribar las barreras que impiden la independencia de personas con sordera, una de ellas la falta de comunicación.
“Ser sordo en Chile es complicado, para mí desde niño fue algo complejo, pero con los años pude comprender mi condición y darme cuenta lo complicado que era comunicarme con las personas oyentes. El tema de la incomunicación hasta el día de hoy es difícil, sobre todo por el desconocimiento por un lado de la Lengua de Señas y por otro está la falta de alternativas de educación para personas sordas. Existen aún muchos que no saben leer ni escribir, lo que dificulta aún más el diálogo entre sordos y oyentes”, dijo Ruiz.
Los principales inconvenientes para las personas sordas, según indicó Ruiz, se generan al momento de realizar algún trámite en los servicios públicos o de salud, ya que muchas veces no existen traductores o personal que conozca la Lengua de Señas, lo que dificulta que sean entendidos.
“Lo más complejo es realizar algún trámite o ir al médico, porque cómo explico que me duele o qué me pasa. Muchas personas deben hacer todas estas actividades en compañía de un familiar, a pesar de ser adultos, ya que no se cuenta con personal que conozca la Lengua de Señas o algún traductor destinado, entonces se torna muy difícil independizarse, por eso debemos derribar barreras en torno a la comunicación y esa es nuestra lucha”, agregó William Ruiz.
Finalmente se refirió a la labor que cumple la organización que preside y a los anhelos que esperan concretar en un futuro, todos pensados en entregar mejores condiciones a las personas que padecen sordera en la zona.
“Nuestra misión fundamental es realizar actividades de difusión de la Lengua de Señas a toda la comunidad, además de impulsar el desarrollo e inclusión de las personas sordas en la comuna y en la región. Como todo pequeño grupo tenemos grandes sueños y entre ellos están primero poder contar con una sede, donde poder realizar nuestro trabajo y también está poder contar en un futuro con el primer colegio para niños sordos de la región, recinto que es necesario ya que no existen en la zona y creemos que es fundamental”, finalizó el presidente de la agrupación CLUFASOCO.
Señales de inclusión
Pasos potentes y firmes se están dando en la comuna de Coquimbo hacia la inclusión y promoción de la Lengua de Señas. Ya que también desde este año, un importante proyecto se está ejecutando en diferentes sectores de la ciudad porteña y que tiene que ver con cursos gratuitos donde se enseña la Lengua de Señas a la comunidad.
En Chile está reconocida en la Ley 20.422, como el idioma oficial de la comunidad sorda. Karen Madariaga, interprete a cargo de estas clases a la comunidad, señaló la importancia de este idioma y de la necesidad que personas oyentes puedan aprenderlo.
“La Lengua de Señas es un idioma y como tal, tiene componentes gramaticales que la forman. No es un lenguaje, es una forma de expresión, es una lengua y así está considerada por Ley. Para una persona sorda su idioma materno es la Lengua de Señas, por eso la importancia que tiene, ya que a través de ella pueden expresarse, por esta razón se deben derribar algunas barreras y una forma de hacerlo es difundiendo y enseñando este idioma. Esto es lo que estamos desarrollando desde hace algún tiempo en diferentes lugares de Coquimbo, a través de una iniciativa coordinada entre el municipio y el Instituto de Desarrollo Humano”, puntualizó Madariaga.
Estos cursos gratuitos y abiertos a toda la comunidad, están a cargo de la Dirección de Desarrollo Comunitario del municipio porteño y son desarrollados en las dependencias del IDH y en los sectores de Tierras Blancas y Pan de Azúcar.
“Tenemos un compromiso como municipio dados los cambios que se han generado en nuestro país y en nuestra comuna en los últimos años. Acá los únicos sordos son los que no quieren oír, no quieren escuchar ni darse cuenta que la inclusión es la tarea prioritaria para el desarrollo humano. Por ello, hoy en día más de 70 personas se están capacitando en el lenguaje de señas, a través del Instituto de Desarrollo Humano en nuestra comuna, una señal clara de que Coquimbo está potenciando la inclusión”, señaló Miguel Ángel Cuadros, director de la DIDECO.
Lo positivo de las clases gratuitas de Lengua de Señas, es que han tenido una gran convocatoria y buena recepción por parte de la comunidad.
En el Colegio Santo Tomás de Aquino del sector de Tierras Blancas, se desarrollan semanalmente estos cursos a los que asisten desde adultos mayores hasta menores de edad, como es el caso de Celeste Molina y su hijo Juan Luis de 11 años.
“Para mí en lo personal es muy importante conocer la Lengua de Señas ya que soy asistente de la educación en este establecimiento y es necesario saber cómo comunicarme con personas sordas. Estoy muy contenta que además me acompañe mi hijo, que está muy entusiasmado con las clases y sin duda es algo que nos servirá mucho”, señaló Celeste.
Por su parte para el pequeño Juan Luis, dijo que “es muy entretenido aprender algo nuevo, además uno nunca sabe cuándo pueda encontrarse con alguien sordo, así que es importante que las personas aprendan esto”.
Todas estas iniciativas contribuyen no tan sólo a acercar a la comunidad la Lengua de Señas, sino también derribar barreras que impiden la inclusión de personas sordas.
Actualmente aún estamos muy lejos de poder entregar las condiciones para que una persona con capacidades diferentes pueda independizarse, pero son estas pequeñas acciones las que vislumbran un buen futuro, en un camino a la integración que se va construyendo de a poco y en el cual todos debemos ser partícipes.
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