lunes, 10 de febrero de 2014

Un muro más alto que el silencio

TECNOLOGÍA


Baterías que duren diez años, como los marcapasos. Aparatos completamente internos o con solo una enana parte en el exterior. Implantes que puedan aguantar al agua.

Son algunos de los pasos que la industria está realizando para mejorar la vida de las personas sordas a través de los implantes cocleares, que en España llevan unas 10.500 personas, según la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España. 

Una tecnología que va a permitir que en el futuro los sordos de nacimiento tengan una vida mejor, aunque siempre habrá otro tipo de sordos (accidente, degeneración auditiva.), gracias al desarrollo de los audífonos y de los implantes.

Esta última operación, creada por André Djourno en 1957, consiste en un aparato con dos partes, una exterior y otra intracraneal, que ejerce de transductor, es decir, que transforma todas las señales acústicas en señales eléctricas a través del nervio auditivo.

Estas partes traducen los sonidos para que las personas con una sordera profunda puedan escuchar y descubrir en qué mundo viven. 

Estos aparatos se colocan en los bebés antes del primer año de vida. A los seis meses se hace un diagnóstico y antes de llegar a los 12 meses se realiza la operación. 

Antes había que esperar entre 24 y 28 meses para poder introducir el implante, un tiempo perdido para el aprendizaje de los más pequeños que se ha solventado con la introducción en todas las comunidades de un programa de detección precoz. 

La incorporación de este dispositivo está financiada por el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero con matices: solo se subvenciona la primera operación, o la primera pareja de audífonos, y nunca el mantenimiento.
Un implante cuesta sobre los 10.000 euros y una pareja de audífonos sobre los 6.000 euros. 

Pero, ¿qué pasa si un niño pierde un audífono o se estropea y necesita una reparación? 
«Las comunidades autónomas solo pagan 725 euros por audífono, algunas un poco más. No llega ni a la tercera parte de su coste y es factible que un niño pequeño lo pierda», comenta José Luis Aedo, presidente de la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas). 

Además, la situación de muchas familias se complica debido a la vida útil de los audífonos, cuatro años, y que la SNS solo aporta una ayuda hasta los 16 años. Una familia con un niño sordo puede pagar más de 12.000 euros antes de esa edad y, a partir de entonces, unos 3.000 euros por cada audífono.

Tres pilas cada dos días

La situación de los implantes cocleares es similar en cuanto al gasto que se debe realizar, en este caso por su mantenimiento. Las baterías de estos sistemas se componen de tres pilas que apenas usan dos días, con lo que el gasto se dispara. «El último paquete de 60 pilas me ha costado 15 euros», asevera Aedo, que gasta unos 140 euros al año. Pero, además, hay que añadir el coste de los cables del implante coclear, que pueden llegar a costar 80 euros cada uno y se deben cambiar cada dos meses. «Y si alguien opta por un implante con una batería, esta cuesta más de 400 euros», añade Aedo.

Pero además, hay que añadir más gastos eventuales. Por ejemplo, algunas reparaciones. El SNS paga, según las comunidades, la totalidad o parte de la sustitución de la antena (cada año), del micrófono (cada cuatro años) y el procesador (cada siete años) siempre y cuando haya prescripción médica. «Si no se rompen, la pagamos nosotros», comenta el presidente de Fiapas.

Tanto esta organización como la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) coinciden en señalar que esta situación causa problemas graves a muchas familias que, con la crisis, se han visto seriamente afectadas. «La brecha económica crece entre las familias de niños sordos. Hay una clara discriminación económica en el acceso a estas ayudas técnicas», apunta la CNSE. «Las baterías de otras prótesis están pagadas y un funcionario, por ejemplo, no tendría nada subvencionado», añade Aedo.


-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.