martes, 7 de junio de 2011

El adiós del Club 63

Por Enara López/Jaén

La Sociedad Club 63, situada en la Avenida del Ejército Español 2, cerrará sus puertas al público y pasará su propiedad a Aprosoja, Asociación Provincial de Personas Sordas de Jaén, a comienzos del mes de julio. Esta es la historia de un club que pasó de tener 1.000 socios a los 55 actuales.

“Somos muchas personas de edad avanzada y cada vez quedamos menos”, asegura Luis Guzmán, actual secretario y presidente desde 2002 hasta 2004 del club. Esta es una de las razones por las que el histórico Club 63 decide donar sus instalaciones.
Allá por 1963, algunos miembros de la alta sociedad decidieron, tras el cierre del Club Alpino, abrir una asociación cultural recreativa sin ánimo de lucro. Por eso, el entonces alcalde de Jaén, Ramón Calatayud, creó el Club 63 y fue su primer presidente.
Era la época en la que usar “Barón Dandy” y fumar cigarrillos “Lucky Strike” implicaba pertenecer a una clase social alta. Entonces el club llegaba a los 800 socios. Así lo cuenta el actual presidente, Francisco Espinosa: “Antes aquí no entraba cualquiera, era necesario que dos socios avalaran al que quería apuntarse”. Eso era porque, explica Guzmán: “Algunas personas querían encumbrarse arrimándose a gente de cierta posición social”.
Durante 48 años, el club ha sido el lugar de encuentro de artistas, con premios de pintura o de poesía, y de jugadores, desde dominó hasta póquer. No sin incidentes curiosos. “Un socio puso una exposición de pintura y esa noche robaron los cuadros. Pero, cómo serían las pinturas que los ladrones se llevaron los marcos y dejaron lo demás”, narra el presidente actual.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. “El club se ha masificado, la gente ya no se pelea por entrar aquí. Ya no hay una élite”, comenta Guzmán. Juan de Dios Sánchez, presidente en tres ocasiones del club, puntualiza: “Se fue popularizando más”.
A pesar de los intentos por revitalizar la asociación, no ha sido posible atraer a las nuevas generaciones. Ahora son 55 socios y por la tarde se reúnen unos 20 para jugar al dominó y charlar.
La asociación Aprosoja se encargará, a partir de comienzos del mes que viene, de los 540 metros cuadrados del local.
Aún así, el Club 63 seguirá existiendo. Guzmán matiza: “Los socios tendrán el usufructo, durante los próximos quince años, para utilizar tres salas”. Y los cuadros de premios de ediciones anteriores estarán expuestos y a la venta hasta el último día.

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