Por Julián Domínguez (Argentina)
En la tarde de ayer realizamos una visita guiada para personas sordas en la Cámara de Diputados, estoy convencido que la inclusión laboral y cultural de personas con discapacidades es primordial para lograr una sociedad más justa para todos.
La inclusión de personas sordas en la propuesta, no sólo de visitas guiadas, sino también en la población de trabajadores legislativos, es un símbolo de una sociedad cada vez más igualitaria e inclusiva. El rostro del Congreso de la Nación en estos 30 años de democracia, tiene que ser la posibilidad de profunda apertura hacia el pueblo en toda su diversidad.
Las visitas guiadas para personas sordas consisten en un recorrido por el edificio de la Cámara de Diputados, en el que el guía es una persona con discapacidades auditivas. El objetivo es que el acceso de personas sordas no se vea obstaculizado por la barrera del lenguaje y puedan conocer el Congreso con un guía que hable su misma lengua.
Esta modalidad de visitas se inauguró en septiembre, en el marco del Programa de Formación e Inserción Profesional para Personas con Discapacidad de la Cámara de Diputados de La Nación, que comenzó a implementarse en mayo de 2013 gracias a la resolución N° 263/13.
A partir de este programa, personas con diferentes discapacidades fueron empleadas en la Cámara baja, con el objetivo de que lleguen a representar, como mínimo, un 4 por ciento de la población de los trabajadores legislativos.
El programa se propone hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad, removiendo las barreras que evitan la participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones, permitiendo su inclusión plena en el ámbito laboral y social.
Además de las visitas guiadas, la Cámara de Diputados cuenta con intérpretes en lengua de señas durante las sesiones y cursos de lenguas de señas.
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