domingo, 18 de diciembre de 2011

«Soy positiva; esto va a cambiar»

GENTE

Desde que se quedó en paro Gloria vive a caballo entre Ourense y Redondela y, aunque lucha por mantener su autonomía, la falta de un trabajo estable limita esa independencia.

Siempre se sintió fascinada por el mundo de la comunicación y especialmente por el de la personas sordas y eso la llevó a titularse como técnico intérprete en lengua de signos, sin embargo su currículo profesional está lleno de otras muchas ocupaciones porque si algo caracteriza a esta joven de carácter tranquilo y optimista es la necesidad de tener su tiempo ocupado.

-¿Se ha arrepentido de escoger una profesión tan especializada?

-No. Esto es algo que a mi me gusta de verdad desde siempre. El trabajar con personas que tienen dificultades es algo vocacional y te sientes muy bien cuando tienes la oportunidad de desarrollar esa faceta. Trabajaré en lo que salga, pero mi ilusión es esta, a pesar de que los empleos que puedes conseguir no tienen la estabilidad de otras profesiones porque mayoritariamente son puntuales, temporales, mientras duran las subvenciones, o en Educación mientras dura el curso escolar si estás ayudando a algún alumno.

-¿Esa es la faceta que más le gusta?

-Si. Aunque he estado en el Parlamento de Galicia, en juzgados, en acompañamiento para tareas administrativas o médicas, el hecho de poder seguir durante un tiempo trabajando con la misma persona, como ocurre en los cursos académicos, establece una complicidad, una empatía especial con el usuario y te acabas sintiendo muy cómoda, aunque siempre al principio tienes ese nerviosismo de si vas a ser capaz de entender al profesor correctamente, pero eso ocurre siempre, también en los juzgados o en el médico.

-¿Y qué se hace cuando surge esa duda?

-Se les pide que te repitan, porque en nuestro trabajo no puedes dudar ni inventar nunca; hay que ser muy precisos al trasladar la información y, la verdad, no se si es porque he tenido mucha suerte con los que me han tocado, pero nunca he tenido mayores problemas.

-¿La crisis se lo está poniendo más difícil?

-Obviamente sí, porque muchas de las ofertas llegan de asociaciones de sordos que consiguen subvenciones para contratarnos y ahora hay menos ayudas. Pero yo soy una persona optimista, y esto va a cambiar. Eso me digo cada mañana.

-¿Y se lo cree?

-Hay días, otros está todo muy oscuro. Oscuro es el signo que usan las personas sordas cuando no entienden lo que les estás transmitiendo. Pero no quiero amargarme: hay que pensar positivamente y mandar todos los días montones de currículos. Ahora, con el cambio de gobierno, es como si tuvieras una excusa más para esperar que algo más cambie.

-¿Confía en que el cambio político suponga un revulsivo para los jóvenes?

-No lo se, pero hay que confiar en que algo tiene que cambiar porque sino si que acabaremos siendo una generación perdida y eso es malo para la sociedad.

-Muchos jóvenes no votaron como protesta por el actual sistema electoral, ¿usted que opina?

-Yo voté, porque creo que debe hacerse, aunque también te digo que no estaba muy convencida, dudé mucho si ir o no ir o si hacerlo en blanco. La sensación que tengo, y que me parece que tenemos muchos jóvenes, es que vemos a los políticos incapaces de dar soluciones. Hablan mucho pero no hacen nada realmente.

Nació en Redondela en 1984, pero vive en Ourense. Es Técnico en Farmacia y Técnico Superior en Interpretación de la Lengua de Signos Española.

La música es una de sus grandes aficiones para el ocio en solitario y le gusta de todo: desde la clásica al rock. Compartir tiempo con sus amigos e ir al cine son otras de sus ocupaciones preferidas para el tiempo libre.

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