InfoSord, 23/09/2009
La Sala acordó que los medios utilizados por ella, un mechero y gasóleo, no eran los idóneos y por tanto “nunca se hubiera producido el incendio”. La Audiencia de Valladolid ha absuelto de un delito de tentativa de incendio a Alicia María A. de B, sorda y vendedora de cupones de la ONCE que en agosto de 2008 trató de incendiar con un bidón de gasoil la vivienda de su novio, ciego y vendedor también de esta misma organización, por despecho ante la decisión de él de poner fin a la relación sentimental.
En su sentencia, frente a la petición de nueve meses de cárcel formulada por el Ministerio Fiscal por dicho delito, la Sala ha acordado absolver a la procesada por entender que la tentativa de incendio era ‘inidónea’, es decir, que los medios utilizados por ella, un mechero y gasóleo, no eran los idóneos y por tanto “nunca se hubiera producido el incendio”, en referencia a que el combustible empleado, a diferencia de la gasolina, no es inflamable directamente ya que necesita una cierta temperatura para entrar en combustión.
Pese a absolver a la joven de la tentativa de incendio, ya que, además, no hubo peligro potencial de propagación del fuego, el tribunal la ha condenado como autora de un delito de maltrato de obra en el ámbito doméstico, al considerar probado que el 21 de julio de 2008 coincidió con su ex novio en la calle y tras discutir con él le empujó y le hizo caer al suelo entre dos vehículos aparcados, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Por tal delito, la Sala ha impuesto a Alicia María A. de B. doce días de trabajos en beneficio de la comunidad, así como el pago de 30 euros y la prohibición de acercarse a su ex novio y de comunicar con él por espacio de tres años.
Durante el juicio, la acusada, quien tuvo que declarar con la ayuda de un intérprete conocedor de la lengua de signos, reconoció que la decisión de él de romper de forma unilateral la relación que la pareja mantenía desde hacía casi siete años la cogió por “sorpresa” y le provocó una honda desazón, que se acentuó cuando se vio literalmente en la calle al marcharse su novio, Ignacio D.H, de vacaciones a su pueblo natal, Prioro (León), sin dejarle las llaves del piso que ambos compartían en el número 33 del Paseo de Farnesio.
“Me había roto todo mi planteamiento de vida y me encontraba muy mal”, insistió la procesada, quien reconoció que ante ello decidió acudir el día 9 de agosto del pasado año a la gasolinera de Repsol de la Plaza del Carmen donde se hizo con un bidón cargado con dos o tres litros de gasoil y un mechero.
Acto seguido, se presentó en el piso de su novio, con quien hasta el momento compartía un quiosco de venta de cupones de la ONCE, y llamó al timbre. Fue un hermano de su pareja, José Antonio D.H, el que abrió la puerta y la cerró nuevamente con celeridad al percatarse del propósito de la visitante, si bien esta última tuvo aún tiempo suficiente para arrojar parte del contenido del bidón al interior de la vivienda.
Aunque el Ministerio Fiscal sostiene que la acusada trató de prender el combustible con el mechero en dos ocasiones, la interpelada negó tal extremo y reiteró que tan sólo quería “hacerle una putada” a su novio, consistente en mancharle la puerta. “No tenía valor para hacerlo, ni siquiera me lo plantee”, apuntó la sordomuda.
“La tengo muchísimo miedo”
Su ya ex novio, Ignacio D.H, explicó, por su parte, que rompió la relación debido a las continuas discusiones que mantenía con la procesada y mantuvo que desde aquel momento Alicia María no dejó de darle “la vara”, en referencia a un empujón recibido el 21 de julio en plena calle que le hizo caer al suelo y los continuos mensajes de SMS a su móvil, sin olvidar el episodio más grave ocurrido cuando ella quiso, en su opinión, quemarle la casa.
De hecho, el invidente recordó que dos años antes su novia ya le había amenazado en dos ocasiones con incendiarle el piso, si bien entonces no la creyó capaz. “La tengo muchísimo miedo”, dijo Ignacio D.H. entre sollozos tras recordar también cómo Alicia María había dicho a un amigo de ambos que le iba a matar para luego suicidarse.
Con respecto al episodio más grave, el testigo tan sólo pudo explicar lo que su hermano ‘Toño’ le dijo que había pasado, ya que fue este último el que abrió la puerta. “Estuvo observando por la mirilla y la vio inclinarse con el mechero varias veces tratando de prender fuego al gasoil”, declaró.
La acusación pública, que imputaba a la citada mujer un delito de maltrato de obra en el ámbito doméstico y otro de tentativa de incendio con riesgo para la vida de las personas, en los que aplica la eximente incompleta derivada de su estado mental, había solicitado por el primero de ambos delitos un mes de prisión, a sustituir por siete meses y quince días de trabajos en beneficio de la comunidad, otros nueve meses por el segundo y la prohibición de acercarse a su ex novio y comunicar con él por un periodo global de seis años.
Además, y como medida se seguridad, el fiscal pedía que la procesada fuera sometida por espacio de cinco años a tratamiento externo en un centro psiquiátrico o a tratamiento psicológico.
Fuente: Nortecastilla.es
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