Más de un centenar de políticos y ciudadanos se han concentrado frente a la sede del Gobierno asturiano para su mostrar su rechazo moral a la violencia machista, condenar a los maltratadores y expresar su solidaridad con las víctimas de una lacra que según el presidente del Principado, será difícil de erradicar a medio plazo porque tiene «raíces profundas».
Políticos y ciudadanos se han concentrado frente a la sede del Gobierno para mostrar su solidaridad con las víctimas, coincidiendo con la celebración del 25-N |
El jefe del Ejecutivo asturiano, acompañado por la mayor parte de los miembros que integran su ejecutivo ha presidido este acto de repulsa organizado con motivo de la celebración del Día internacional contra la violencia hacia las mujeres, que tendrá lugar el día 25.
El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, y miembros de la corporación municipal también han participado en este acto junto a mandos policiales, representantes sindicales, miembros de una asociación de sordos y ciudadanos. Junto a ellos, la práctica totalidad de los 45 diputados que integran la Junta General del Principado, que a las doce interrumpió el pleno parlamentario que se estaba celebrando para sumarse a esta concentración de repulsa.
Previamente, el parlamento asturiano ya había aprobado una declaración institucional de condena con la que «visibilizar y concienciar» del problema a la sociedad asturiana y mostrar su compromiso con las acciones a favor de la igualdad de mujeres y hombres y la erradicación de la violencia machista.
Eliminar cualquier conducta violenta sobre las mujeres «es una obligación de todas las administraciones públicas y de todos los poderes del Estado, obligación que sólo se entenderá cumplida cuando se produzca su total erradicación», según recoge esta declaración, que recuerda que para avanzar en ese objetivo es preciso coordinar acciones, sumar sinergias y contar con recursos suficientes.
En este sentido, ya se ha mostrado el interés de todas las fuerzas políticas en reforzar las competencias de los ayuntamientos para luchar contra la violencia de género, y en actuar para conseguir una mejor atención integral a las víctimas. «No puede haber una tarea más urgente que construir una sociedad justa e igualitaria en la que las personas, hombres y mujeres, puedan ejercer sus derechos por igual con las mismas oportunidades», según el parlamento asturiano, que ha tenido también un recuerdo especial para las tres últimas víctimas mortales por violencia machista en Asturias: Paz Fernández Borrego, Isabel Fuente Antuña y Yesica Menéndez Fernández.
La declaración fue leída por la atleta de deportes extremos Judith Obaya, que previamente había hecho un llamamiento a todas las mujeres que sufren violencia doméstica para que utilicen los recursos existentes para salir de esa situación y que había reclamado «unidad sin fisuras» como seña de identidad para hacer frente a este problema que esta año ha costado la vida a 44 mujeres en todo el país.
Tras guardar un minuto de silencio en su recuerdo, el presidente del Principado ha señalado a los medios de comunicación que este tipo de actos son importantes para mostrar solidaridad y trasladar la condena moral y social a los maltratadores.
«Realmente es muy difícil acabar con esta lacra porque tiene unas raíces profundísimas y connotaciones culturales que perdurarán por desgracia durante mucho tiempo», ha reconocido el presidente asturiano, para quien, lo importante es que la sociedad tome conciencia de ella, como está haciendo cada vez más y que la condena a los maltratadores sea cada vez más manifiesta.
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