lunes, 7 de abril de 2014

La sordomudez disminuye en los últimos años gracias a la detección precoz de la sordera

La detección precoz de la sordera es muy importante durante los primeros días de vida ya que permite detectar al niño sordo, poner los medios adecuados y evitar la sordomudez.

La detección precoz de la sordera es importantísima sobre todo en la infancia, aunque la detección precoz de esta dolencia es importantísima a diferentes edades. Según el doctor Jaime Ferrán, otorrino de Hospital La Vega, es imprescindible en estos tres periodos de la vida.

Recién nacido

Es fundamental la detección precoz para el caso de que existiese un niño sordo pudiera recurrir al implante coclear y evitar así la sordomudez. El implante que podría colocársele al niño antes de cumplir un año de vida evitará problemas en el desarrollo del lenguaje. En la Región de Murcia existe "Screning Universal" mediante el cual todos los niños que nacen son sometidos a una leve maniobra para comprobar su audición (Otoemisiones Acústicas, OEA) y si es preciso PEATC.

A lo largo de la vida

Desde OTOCLINI La Vega aconsejan acudir al otorrino para controlar la audición ya que junto con la voz son sentidos indispensables para una vida social correcta.

Es fundamental acudir al especialista cuando se sufre una exposición continuada al ruido, tras la ingesta de medicamentos ototóxicos como la aspirina, gentamicina, etc. O tras sorderas bruscas que, aunque no son frecuentes, sí suponen un fracaso auditivo que puede ser definitivo y necesita de tratamiento y detección urgente.

"Existen también enfermedades hereditarias que aparecen frecuentemente tras los embarazos (Otoesclerosis) que precisan de un control auditivo y en su caso tratamiento quirúrgico" asegura el doctor Jaime Ferrán.

Son frecuentes las sorderas profesionales. Aquéllas en las que el paciente, por su trabajo, está sometido frecuentemente a contaminaciones acústicas agudas y requieren de un control periódico para detectar pérdidas de audición.

Otro caso en el que se precisa de una detección de la sordera sería aquellas personas que han sufrido infecciones de oído de forma repetitiva o incluso consecutivas a procesos alérgicos y/o nasosinusales.

En la madurez

A partir de los 55 años aparece la presbiacusia donde las curvas audimétricas caen en un alto porcentaje de estas personas de forma irreversible precisando un estudio audiológico completo. Este tipo de sorderas van acompañadas de pérdidas de la inteligibilidad de la palabra (se oye peor pero aún se entiende menos) y de los zumbidos (acúfenos) continuos en los oídos, altamente molestos para el individuo.

En esta última fase, la adaptación de audífonos, cada vez con más avanzados tecnológicamente, pueden solucionar los problemas de relación y comunicación de los pacientes, concluye Jaime Ferrán, otorrino de Hospital La Vega.


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