El otorrinolaringólogo Jorge Iglesias advirtió que la situación es muy grave y si no se toman medidas tendremos una generación de sordos en pocos años.
Unidos por el Silencio que organizó la actividad pidió la creación de una estructura específica para frenar el flagelo.
La jornada, en la plaza Cabral de Corrientes consistió en la pegatina de afiches, reparto de folletos y volantes ilustrativos con el daño que produce la práctica de escuchar música a alto volumen en la salud física y mental de las personas.
Participaron vecinos, funcionarios municipales y profesionales de la salud, quienes también advirtieron a la población sobre los efectos nocivos de la contaminación sonora.
"La música puede alegrar, deleitar y templar el espíritu o perturbar, mortificar y destruir la psiquis. Bajá el volumen, respetá a los demás"- Si padecés ruidos, escribinos a: www.unidosporelsilencio7@gmail.com facebook.com/groups/UnidosporelSilencio" son los textos de la folletería distribuida en la ocasión
Tabién se hacía referencia a una cita de Arthur Schopenhauer (1788-1860): “La inteligencia es una facultad humana inversamente proporcional a la capacidad para soportar ruidos”.
El otorrinolaringólogo Jorge Iglesias, director provincial del Programa Nacional de Detección y Diagnóstico de la hipoacusia infantil afirmó que falta mucha concientización en Corrientes y si no se realizan programas que la contemplen en pocos años más tendremos una generación de sordos.
Sobre el particular informó que el ruido daña el oído a partir de los 65 decibeles pero la molestia puede estar por debajo de esa cifra por lo cual mencionó que hay que corregir algunos hábitos sociales para mejorar la calidad de vida del resto de la ciudadanía.
Al respecto mencionó que los teléfonos celulares y los MP3 que utilizan los adolescentes para escuchar música pueden ser muy dañinos y lo mismo la exposición a otro tipo de sonidos como el de equipos de audio, otros electrodomésticos, aeropuertos y el tránsito.
El subsecretario de Gestión Ambiental del Municipio Mario Duarte, quién asistió junto al coordinador general de Inspecciones Carlos Cánepa, se comprometió a mejorar los controles y trabajar en conjunto con los danmificados para tratar de resolver los problemas generados por el uso de amplificadores en distintos barrios de la ciudad.
Por su parte, el coordinador general de la Asociación Unidos por el Silencio Jorge Echeverz aclaró “los funcionarios nos han abierto una puerta para dar cursos que agradecemos pero eso no alcanza, la relación debe ser más fluida, las reuniones más frecuentes y se nos debe permitir participar del monitoreo y dialogar con los inspectores, que son los que muchas veces no aplican las ordenanzas vigentes”.
Posteriormente explicó que a la relación con la Comuna “se le debe dar un marco institucional adecuado para avanzar en la concientización y educación, y creemos que la creación de la Oficina de Control de Ruidos y Vibraciones es la mejor forma de hacerlo”.
El Día mundial de concientización sobre el ruido fue creado por la Liga para el Deficiente Auditivo de Nueva York y normalmente se celebra el último miércoles de abril de cada año.
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