Roland es el primer huilense sordo –y quizás colombiano- en obtener el título de licenciado en matemáticas.
Su inteligencia hace juego con su humildad y el amor que profesa por las matemáticas. Pese a que desde muy pequeño es una persona sorda, Roland Mauricio Quintero, un joven neivano de 31 años de edad, es hoy el primer huilense –y tal vez colombiano- sin audición, en lograr el título de licenciado en matemáticas y educación básica.
Roland, el próximo 26 de julio, celebrará junto a su familia la materialización de uno de los sueños más grandes de su vida; recibirá de la Universidad Santo Tomás de Bogotá su título profesional. Pese a que desde muy pequeño tuvo dificultades en su proceso de formación académica, desde hace 9 años trabaja día a día en lo que más ama: ser docente y enseñarle a personas como él matemáticas, a través de proceso de educación integral y diferenciada.
“Yo soy una persona que nací oyente, a los 10 meses me medicaron mal una droga y quedé sordo. Mi educación inició en un hogar de Bienestar Familiar, donde había niños oyentes y yo era el único niño sordo. Para mí fue muy difícil porque no lograba comprender nada; mi mamá fue un apoyo absoluto e incondicional para mí”, explica Roland, a través de su intérprete Jhon Wayner Perdomo.
Inició su proceso de formación académica en la Escuela Normal Superior de Neiva en 1997 y en el 2004, se graduó como normalista. “Siempre soñé con ser maestro. Junto con mis compañeros, Milton y Diego Quintero, hicimos parte de la primera promoción de maestros sordos de la Escuela Normal y los tres primeros maestros sordos del país”, agregó Roland.
“Yo estudié en la Universidad Santo Tomás licenciatura en matemáticas y educación básica; hice mi primera práctica con estudiantes de bachillerato y mi tesis con métodos y currículos para deducir el porcentaje de estudiantes sordos que perdían matemáticas. Logramos un nivel bueno porque antes de la tesis el 60 por ciento de los estudiantes perdía matemáticas, y aplicando la investigación logramos reducir la cifra a un 20 por ciento”, explica el joven profesional.
Roland recuerda que el camino que tuvo que recorrer para ser licenciado no fue nada fácil. “Fue muy difícil pero lo logramos. Una de las dificultades más grandes fue el intérprete, pero la universidad entendió que era necesario y asumió la responsabilidad de proveernos el intérprete y por eso logré terminar mi licenciatura”.
Para el joven, convertirse en el primer huilense sordo que obtiene el título de licenciado en matemáticas representa un resultado de su lucha y un ejemplo de vida para la comunidad sorda de la ciudad.
“Al principio mis padres me decían que era muy difícil ser profesional, pero yo siempre les respondí que podía lograrlo. Me proyecté, en ocasiones me desanimada, mis padres me insistían en que tenía que hacerme operar, un implante coclear para oír. Sentí que me estaban obligando a ser oyente, pero siempre me ha gustado como soy. Me clavaron en el corazón de que si no era oyente iba a fracasar, pero demostré que como persona sorda podía salir adelante. Hoy soy profesional”, aseguró.
Roland concluye con mucha claridad, “para tener éxito se necesita decisión, con las diferencias también podemos construir, salir adelante. Con poco apoyo del Estado, lo hemos logrado”, puntualizó.
“Ahora quiero ir a los Estados Unidos, a la universidad de Gallaudet, que es la única institución con programas diseñados para personas sordas, ubicada en Washington. Allá quiero hacer mi maestría, hemos estado en contacto y les he pedido apoyo para una beca. Mi sueño es ir a aprender, hacer investigación y traer la experiencia de lo que se ha hecho allá para diseñar propuestas de acuerdo con las necesidades de la población sorda de Neiva”, explicó, mientras sus alumnos resuelven operaciones matemáticas.
Roland señaló que para él es un orgullo tener el rótulo de primer huilense sordo en profesionalizarse como licenciado en matemáticas, pero asegura que su esfuerzo debe ser un aliciente para aquellos jóvenes que como él, persisten en la idea de hacer realidad sus sueños más allá de cualquier dificultad física.
“Lo más importante ha sido demostrar cómo puedo yo ser diferente para que mis otros compañeros sordos puedan salir adelante. Me entristece las condiciones de vida de muchos compañeros sordos. Mi reto es hacer investigación para construir propuestas de modelos de educación para la población sorda. Los sordos en el país tienen una educación muy atrasada, y sueño con que mi comunidad pueda tener calidad educativa”, putualizó Roland.
“El éxito está en nosotros mismos. Las limitaciones están en nosotros, pero todos tenemos habilidades y la esperanza es lo último que se pierde. Como persona sorda voy a un centro comercial o a un supermercado, me hablan y no poder comunicarme es frustrante, pero también implica un reto y una tarea dar a conocer la lengua de señas para que las personas puedan aprender”, explicó el joven.
De acuerdo con Roland, “hay estudiantes a los que se les dificulta mucho el proceso de aprendizaje por el lenguaje, van a casa y sus familias no comprenden la lengua, entonces es importante pensar en una didáctica que permita que ellos comprendan las matemáticas como una historia de vida, porque ahora enseñan una matemática muy desenfocada y nuestra vida es de números. Lo principal es la intencionalidad de lo que se enseña”, puntualizó.
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Su inteligencia hace juego con su humildad y el amor que profesa por las matemáticas. Pese a que desde muy pequeño es una persona sorda, Roland Mauricio Quintero, un joven neivano de 31 años de edad, es hoy el primer huilense –y tal vez colombiano- sin audición, en lograr el título de licenciado en matemáticas y educación básica.
Roland, el próximo 26 de julio, celebrará junto a su familia la materialización de uno de los sueños más grandes de su vida; recibirá de la Universidad Santo Tomás de Bogotá su título profesional. Pese a que desde muy pequeño tuvo dificultades en su proceso de formación académica, desde hace 9 años trabaja día a día en lo que más ama: ser docente y enseñarle a personas como él matemáticas, a través de proceso de educación integral y diferenciada.
“Yo soy una persona que nací oyente, a los 10 meses me medicaron mal una droga y quedé sordo. Mi educación inició en un hogar de Bienestar Familiar, donde había niños oyentes y yo era el único niño sordo. Para mí fue muy difícil porque no lograba comprender nada; mi mamá fue un apoyo absoluto e incondicional para mí”, explica Roland, a través de su intérprete Jhon Wayner Perdomo.
Inició su proceso de formación académica en la Escuela Normal Superior de Neiva en 1997 y en el 2004, se graduó como normalista. “Siempre soñé con ser maestro. Junto con mis compañeros, Milton y Diego Quintero, hicimos parte de la primera promoción de maestros sordos de la Escuela Normal y los tres primeros maestros sordos del país”, agregó Roland.
Sin barreras
Los retos de Roland no pararon ahí. Pese a que pudo formarse como normalista y cumplió su sueño de impartir conocimiento como normalista a los niños y jóvenes sordos, su mirada estaba centrada en ser profesional.“Yo estudié en la Universidad Santo Tomás licenciatura en matemáticas y educación básica; hice mi primera práctica con estudiantes de bachillerato y mi tesis con métodos y currículos para deducir el porcentaje de estudiantes sordos que perdían matemáticas. Logramos un nivel bueno porque antes de la tesis el 60 por ciento de los estudiantes perdía matemáticas, y aplicando la investigación logramos reducir la cifra a un 20 por ciento”, explica el joven profesional.
Roland recuerda que el camino que tuvo que recorrer para ser licenciado no fue nada fácil. “Fue muy difícil pero lo logramos. Una de las dificultades más grandes fue el intérprete, pero la universidad entendió que era necesario y asumió la responsabilidad de proveernos el intérprete y por eso logré terminar mi licenciatura”.
Para el joven, convertirse en el primer huilense sordo que obtiene el título de licenciado en matemáticas representa un resultado de su lucha y un ejemplo de vida para la comunidad sorda de la ciudad.
“Al principio mis padres me decían que era muy difícil ser profesional, pero yo siempre les respondí que podía lograrlo. Me proyecté, en ocasiones me desanimada, mis padres me insistían en que tenía que hacerme operar, un implante coclear para oír. Sentí que me estaban obligando a ser oyente, pero siempre me ha gustado como soy. Me clavaron en el corazón de que si no era oyente iba a fracasar, pero demostré que como persona sorda podía salir adelante. Hoy soy profesional”, aseguró.
Roland concluye con mucha claridad, “para tener éxito se necesita decisión, con las diferencias también podemos construir, salir adelante. Con poco apoyo del Estado, lo hemos logrado”, puntualizó.
Nuevos retos
Desde uno de los salones de la Escuela Normal Superior, donde orienta clases de matemáticas a 10 niños sordos del grado Quinto, Roland aseguró que desea continuar estudiando. Su meta ahora es adquirir más conocimientos que le permitan contribuir a un proceso de educación integral para la población sorda de la capital huilense.“Ahora quiero ir a los Estados Unidos, a la universidad de Gallaudet, que es la única institución con programas diseñados para personas sordas, ubicada en Washington. Allá quiero hacer mi maestría, hemos estado en contacto y les he pedido apoyo para una beca. Mi sueño es ir a aprender, hacer investigación y traer la experiencia de lo que se ha hecho allá para diseñar propuestas de acuerdo con las necesidades de la población sorda de Neiva”, explicó, mientras sus alumnos resuelven operaciones matemáticas.
Roland señaló que para él es un orgullo tener el rótulo de primer huilense sordo en profesionalizarse como licenciado en matemáticas, pero asegura que su esfuerzo debe ser un aliciente para aquellos jóvenes que como él, persisten en la idea de hacer realidad sus sueños más allá de cualquier dificultad física.
“Lo más importante ha sido demostrar cómo puedo yo ser diferente para que mis otros compañeros sordos puedan salir adelante. Me entristece las condiciones de vida de muchos compañeros sordos. Mi reto es hacer investigación para construir propuestas de modelos de educación para la población sorda. Los sordos en el país tienen una educación muy atrasada, y sueño con que mi comunidad pueda tener calidad educativa”, putualizó Roland.
‘El éxito está en nosotros’
Roland Mauricio Quintero considera que ser una persona sorda, nunca fue impedimento para materializar su sueño de ser un profesional de las matemáticas.“El éxito está en nosotros mismos. Las limitaciones están en nosotros, pero todos tenemos habilidades y la esperanza es lo último que se pierde. Como persona sorda voy a un centro comercial o a un supermercado, me hablan y no poder comunicarme es frustrante, pero también implica un reto y una tarea dar a conocer la lengua de señas para que las personas puedan aprender”, explicó el joven.
De acuerdo con Roland, “hay estudiantes a los que se les dificulta mucho el proceso de aprendizaje por el lenguaje, van a casa y sus familias no comprenden la lengua, entonces es importante pensar en una didáctica que permita que ellos comprendan las matemáticas como una historia de vida, porque ahora enseñan una matemática muy desenfocada y nuestra vida es de números. Lo principal es la intencionalidad de lo que se enseña”, puntualizó.
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