Discapacidad, estigma y discriminación

NOTICIAS DE MÉXICO - SOCIEDAD

Hay que sembrar la semilla entre la sociedad para que aprendan a empatizar e incluir a las personas en situación de discapacidad

La empatía es la llave que abre el cerrojo a la inclusión de las personas con discapacidad, sembrar la semilla de ese valor en el seno de las familias, para lograr que cada día más personas establezcan un vínculo cercano y correcto con ese sector, es una tarea que corresponde a la sociedad.

Términos como “discapacitado”, “cieguito”, “sordo mudo”, “retrasado”, “mongolito”, “loca”, “minusválido” y “personas con capacidades diferentes o especiales”, son expresiones discriminatorias que por indolencia e ignorancia se ocupan para llamar a las personas con discapacidad.

Martín Fernando Guzmán, es una persona que usa silla de ruedas y no cesa en su interés de sensibilizar a la población para que acepte que las personas con discapacidad son parte de la sociedad, con los mismos derechos y obligaciones.

En esa lucha ha logrado involucrarse en actividades que promueven la inclusión, sobre todo porque en carne propia ha vivido el rechazo, la discriminación y la humillación.

No estamos enfermos

“Muchas personas nos ven como menesterosas o limosneros, eso me hizo sentir alguna vez un señor al que le pedí que me ayudara a subir una banqueta, la respuesta que me dio fue: en este momento no traigo dinero. Fue muy ofensivo, me dejó un mal sabor de boca porque creen que incapacidad es igual que discapacidad”, comentó.

Martín, sin embargo, sabe que la reacción de esa persona es resultado de su ignorancia porque en México la inclusión de personas en situación de discapacidad avanza a paso lento.

“Algunos se confunden, nos ven enfermos, como gente no productiva y que todo el tiempo estamos pidiendo cosas para subsistir. En nuestro sector hay profesionistas, gente preparada, plena y exitosa, mucha gente no es sensible con las personas en situación de vulnerabilidad y tampoco se interesan en conocernos”, señaló.

Sembrar la semilla

Cada una de las personas con discapacidad se adapta a su situación y busca resolver su vida. Acceder a un espacio para quienes viven una movilidad reducida; informarse, para una persona ciega o comunicarse, para una persona sorda, en la actualidad no representa problema para quienes como Edgar Cruz Luján, se han ocupado en aceptar su situación y luchar por su inclusión.

“Nadie vendrá a hacer nada por nosotros, por eso siempre nos decimos: cuando puedas siembra una semilla y si se da la oportunidad de que alguien te ayude a cruzar la calle, enséñale a hacerlo correctamente, de esa manera la sociedad irá aprendiendo a incluirnos”, dijo.

Su interés por defender los derechos de las personas con discapacidad lo llevó a dirigir hoy el Centro de Ciegos y Débiles Visuales del DIF Estatal, pero en su camino ha enfrentado la discriminación premeditada y la involuntaria, porque el común de la sociedad, dice, desconoce - en principio de cuentas-  los términos correctos para dirigirse a las personas que viven en su situación.

Aprender a hablar para incluir

Alguien que no vive la discapacidad, no sabe cómo conducirse frente a los que sí, a pesar de ello, pocas son las personas que se interesan en conocer las palabras correctas que les permitan comunicarse, empatizar e incluir a ese sector.

Hasta políticos y benefactores siguen utilizando expresiones ofensivas, discriminatorias o humillantes, al pensar que de esa manera suavizan su lenguaje para no ofender a las personas con discapacidad.

“Invidente”, “cojo” o “lisiado”, son parte de una larga lista de vocablos que de manera cotidiana se expresan para referirse a alguien que vive en esa situación y, penosamente, en algunas familias se ha naturalizado ese tipo de palabras que agravian a las personas con discapacidad.

“Es un acto de conciencia el que la sociedad se interese en asuntos como este, somos seres humanos iguales al resto, saber que en los medios de comunicación, por ejemplo se ocupen de estos temas, para nosotros es un triunfo, por eso hay que seguir sembrando la semilla”, puntualizó Cruz Luján.

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