viernes, 23 de noviembre de 2018

Comunicación sin barreras

Holguín (Cuba)

La comunicación es una de las  necesidades más indispensables de los seres humanos como especie gregaria que somos. Una de las herramientas  que disponen los sordos e hipoacúsicos es el lenguaje de señas, al no todos poder desarrollar el habla, esto establece una norma común entre esta comunidad, pero, ¿y con otros individuos ajenos a esta?

Dunia Ricardo es madre de un niño sordo profundo, para poder comunicarse mejor con su hijo tuvo que aprender el lenguaje de señas durante los meses de julio y agosto en el curso básico que impartió la dirección provincial de la Asociación nacional de Sordos de Cuba (ANSOC), en Holguín.

Para ella es una necesidad porque en la enseñanza primaria a estos niños les enseñan el sistema de señas cubanas, desprendiéndose de las señas naturales establecidas en la práctica común del hogar. Además, es imprescindible su conocimiento, para poder servir de traductora y puente  con otras personas.

Señas con obstáculos

El desconocimiento de la mayoría de la población del lenguaje de señas es una barrera que aísla a los sordos; al no entenderlos, la respuesta es el rechazo. Lo cual algunos de ellos mismos evitan colocando un muro y sumiéndose en el ostracismo.

Mairela Detchart es una joven sorda profunda, que puede escuchar mediante un implante coclear. Para ella “el no poder comunicarse sin dificultad con personas oyentes a través del lenguaje de señas no es la única barrera que tienen sus semejantes, en su mismo sistema solo existen registradas oficialmente algo más de 700 señas, insuficientes para identificar las palabras del lenguaje hablado.”

Esto deriva grandes limitaciones, porque esto reduce el campo de conocimiento de estas personas. Palabra como célula y otras, al no existir en el lenguaje de señas, no existen para ellos.

Al existir un número tan escaso de señas, principalmente para los temas docentes, su preparación es muy básica. Algunos a pesar de prótesis e implantes no logran desarrollar el habla y tampoco logran aprender a asociar las palabras escritas con su significado en este lenguaje.

Pero, aunque no tengan el mismo nivel de conocimiento que los niños oyentes, ni una misma norma comunicativa, en la provincia no existen escuelas de otras enseñanzas para este tipo de adolescentes y jóvenes. La secundaria y el preuniversitario lo reciben con la ayuda de un intérprete.

“Una de las principales razones por la que aprendí el lenguaje de señas fue para poder explicarle, aunque sea a mi manera las cosas de la escuela a mi hijo. El terminó el sexto grado y no tiene interprete que le traduzca en la secundaria”comenta Yunia Ricardo.
Voces prestadas

Los interpretes son personas indispensables para el desarrollo de los adolescentes sordos que cursan la enseñanza media, sin ellos no hay manera de intercambiar efectivamente con profesores y alumnos, o de entender, aunque sea algo de la clase.

Corresponde al Ministerio de Educación garantizar a los sordos que cursen la secundaria básica un intérprete, pero algunos como Deivi no tienen. Existe un déficit de estos y aunque se forman nuevos, el bajo salario, la alta preparación que conlleva y el tiempo que absorbe son factores que influyen en el éxodo hacia otros sectores.

Jorge Pérez Sánchez se prepara en la ANSOC para servir de interprete, expresa que aprender el lenguaje de señas le ha permitido comunicarse con jóvenes sordos que lo necesitaban.

“Voy a acompañar y servir de traductor a un adolecente en Cacocum. Hemos conversado y he logrado convencerlo de que no abandone la escuela, es un muchacho inteligente, pero hasta que llegué yo no tenía con quien conversar,” afirma.

Daivy Figueredo, estudia técnico medio en la lengua de señas, en el Centro Politécnico Pedro Díaz Coello, “pude haber optado por el preu otro estudio, pero a mí siempre me ha gustado ayudar a la gente, y siento que formándome como intérprete voy ayudar a muchas personas que necesitan expresarse, que escuchen sus ideas, aunque sea con otra voz”
Para romper el silencio

Elizabeth Laguna Estrada, directora de la escuela especial la Edad de Oro, manifiesta que como único centro de la provincia donde se educan a niños sordos y con otras limitaciones, a estos se les enseña el lenguaje de señas cubanas más las materias que le corresponden a alumnos de la enseñanza primaria. “El nivel de aprendizaje que logren alcanzar estos niños depende además de la escuela de factores como la familia y la comunidad donde se desarrollan.”

“La no existencia de centros de la enseñanza media para sordos se determinó debido a que la presencia de niños sordos en las aulas despertaba un interés en el resto de los alumnos de acercarse a ellos y aprender el lenguaje de señas, siendo esto un paso de avance en la inclusión,” comenta Elizabeth.

Yanisleidis Mir Rodríguez, vicepresidenta de la ANSOC en Holguín, afirma que “con el objetivo de romper las barreras de comunicación entre sordos y oyentes, y fomentar la formación de intérpretes la organización imparte cursos libres de lengua de señas en el verano y otros trimestrales a los que pueden asistir todos los interesados.”

Actualmente la asociación de sordos en la provincia desarrolla peñas para enseñarle a los afiliadoslas nuevas señas aprobadas por El Centro de Superación de la Habana. Sobre este tema Yulennis Caballero Hernández, coordinadora de comunicación de la ANSOC señala que en el territorio de desarrolla un proyecto investigativo para identificar y crear las señas distintivas de Holguín para proponer su oficialización.

Roberto Cruz Estrada, coordinador provincial de intérpretes de la ANSOC, resalta que además de impartir cursos de superación de la lengua de señas una de las principales funciones de la asociación es la prestación del servicio de interpretación a los sordos que lo necesiten al atender problemas médicos, legales u otros.

Ínsita a todo el que esté interesado en convertirse en interprete a acercarse a la dirección provincial de la ANSOC. “Es un trabajo muy humano ayudar a estas personas y la provincia necesita aumentar el número de intérpretes. Trece no son suficientes para suplir los pedidos en una comunidad de alrededor de 2 200 asociados.”

La ANSOC y las escuelas especiales desarrollan un papel determinante en la búsqueda de alternativas para que las personas sordas se comuniquen y se sientan incluidos en la sociedad, con el fin de que no abunden historias como la de Celia Ramírez, sorda profunda de 50 años que enfrenta serios problemas de comunicación porque nunca estudió y, no conoce la lengua de señas. Ha vivido presa de su limitación totalmente aislada en la casa con sus padres.

Las personas sordas actualmente buscan vías de ser útiles en la sociedad y de comunicarse mejor, y cuando establecen un diálogo no les gusta que le llamen mudos, porque ellos si poseen cuerdas vocales, simplemente no reproducen sonidos al no poder escucharlos.

Cabe destacar que a pesar de los obstáculos que enfrentan para seguir avanzando en el mejoramiento del sistema de señas cubanas y en alcanzar una mayor educación e inclusión de este grupo en la sociedad, el esfuerzo, imponiéndose a las vicisitudes, lo impulsa el hecho de que,no solo se escucha con los oídos.



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