La Policía Local de Burjassot detuvo a una joven de 20 años, de origen rumano, que logró hurtar un reloj valorado en 1.000 euros a un hombre de 73 años mediante la estafa de las carpetas. Para ello, esta joven solicitaba a los viandantes que firmaran un impreso a favor de una organización o asociación.
Comúnmente en este tipo de timos se solicita ayuda para niños minusválidos o sordomudos. Así, una vez se ganan la confianza de una persona y logran que les firmen, simulan sentirse agradecidos. Para ello besan o abrazan a la víctima, en muchos casos ancianos, y en ese momento aprovechan para quitarles en un descuido las joyas o el dinero que llevan encima.
La policía había realizado varios dispositivos de control dada las últimas denuncias de robos a ancianos en diferentes barrios del municipio. La detención de la joven se produjo el lunes por la tarde en la plaza Francisca Navarro de Burjassot, cuando un policía local observó cómo ocurrió el hurto y dio aviso a sus compañeros que acudieron al lugar y le detuvieron.
Según aseguraron ayer fuentes policiales, los agentes llevaban «tiempo detrás de ella» puesto que era muy habitual en este tipo de hurtos por las características físicas que le habían sido facilitadas a la policía en las diferentes denuncias.
La detenida buscaba entre sus víctimas a las personas más vulnerables, sobre todo vecinos de edad avanzada que se encontraran solos en la calles.
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.