miércoles, 10 de enero de 2018

Starbucks abre la primera tienda para personas sordas y discapacitadas auditivas en EEUU




Tucumán (EE.UU).-

La directora de distrito Margaret Houston junto a su compañero Glen Cole en la tienda que Starbucks ha abierto en Washington dirigida a la comunidad sorda (Joshua Trujillo/Starbucks)

Los establecimientos de la bulliciosa Calle H Noreste de la ciudad de Washington DC están iluminadas con nombres y logotipos familiares: Petco, Whole Foods, CVS. También hay un Starbucks. O más específicamente, S-T-A-R-B-U-C-K-S, enunciado con los símbolos de la mano en el lenguaje de signos.


El gigante del café ha abierto una tienda con 24 empleados sordos o con problemas de audición que utilizan el lenguaje de signos. Es un paso, dicen los trabajadores y los defensores de esa minoría, para impulsar las oportunidades de empleo para la comunidad sorda y, al mismo tiempo, sumergir a las personas oyentes en espacios sordos. Y supone también una muestra de apoyo de una de las marcas corporativas más grandes del mundo a las personas sordas.

“Aquí aceptan mi identidad”, aseguró Crystal Harris, barista del lugar. “La sordera tiene muchas caras“.

La tienda se encuentra a pocas cuadras de la Universidad de Gallaudet, una institución de 150 años de antigüedad y la única en el mundo diseñada para estudiantes sordos y con problemas de audición. Los clientes pueden ver “Starbucks” escrito en el lenguaje de signos debajo del logotipo principal. Y en el interior, lo que puede parecer cualquier otra cafetería de Starbucks ha sido diseñado y decorado específicamente para celebrar la cultura sorda.

Una pared entera, por ejemplo, está cubierta por un mural multicolor realizado por un artista sordo y miembro de la facultad de Gallaudet. En el mural se representa una d minúscula para referirse a la sordera (deaf es sordo en inglés), una D mayúscula para aludir a la identidad sorda, un ojo para representar las conexiones visuales, una mano que sostiene una taza de café y otros símbolos que muestran la fusión de las culturas de sordos y oyentes.

Los clientes pueden comunicarse mediante el lenguaje de signos o escribir sus pedidos en una plataforma tecnológica. En lugar de esperar a escuchar sus nombres al final de la barra,  miran hacia arriba, donde una pantalla muestra cuando sus bebidas están listas. La tienda también fue remodelada para maximizar la luz y las líneas de visión abiertas: mesas altas o pilas de tazas, por ejemplo limitan la visibilidad de las personas. También se alienta a los clientes a usar señales visuales. En lugar de señalar que la tienda no tiene té de manzanilla, por ejemplo hace la señal de “no” y luego señala un menú impreso con otras opciones.

Camille Hymes, vicepresidenta regional de Starbucks para el Atlántico Medio, dijo que la compañía eligió Washington DC por su proximidad a Gallaudet y por los vínculos de la ciudad con el activismo para la comunidad sorda. Al utilizar la tienda como un modelo de negocio rentable, Starbucks puede ser un ejemplo para que otras empresas hagan lo mismo.

Adam Novsam, un analista de servicios públicos de Starbucks y miembro de un grupo de líderes sordos, afirmó que había escuchado acerca de “comunidades sordas de todo el mundo que querían un espacio” como ese. Novsam dijo que puede ser frustrante ir a una cafetería y enfrentar barreras de comunicación constantes. Por ejemplo, siempre tiene su orden escrita en su teléfono “para acomodar a la otra persona”.

Cuando el gerente de la tienda, Matthew Gilsbach, se mudó del área de la bahía de San Francisco, en California, para dirigir esta operación, supo, tras tres años y medio en la compañía, que un gerente regional era sordo.

“Pensé, ¿hay un gerente regional sordo? ¿Qué está pasando?“, recordó.

Esa incredulidad es precisamente el tipo de estigma que Starbucks y los defensores de la comunidad sorda pretenden combatir. Howard Rosenblum, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Sordos de Estados Unidos, afirmó que las empresas contratan empleados sordos en niveles más bajos, pero rara vez reciben promociones.

Algunas compañías muestran signos de progreso: la directora de accesibilidad de Microsoft, Jenny Lay-Flurrie, es sorda y ha luchado para ampliar la accesibilidad para los empleados con discapacidades. Sin embargo, la tasa de desempleo y subempleo de la comunidad de sordos se ubica en un sorprendente 70 por ciento.

“El gerente siempre es una persona oyente porque hay una percepción de capacidad limitada con las personas sordas“, agregó Rosenblum.

No es así en la tienda de H Street. La empleada Kylie García acababa de ser promovida de barista a supervisora de turno. García creció como la única persona sorda en una familia que no conoce el lenguaje de signos y sabe de primera mano lo difícil que es para las personas sordas encontrar trabajo. García trabajó anteriormente en una tienda Target donde su única función era hacer bebidas, nunca interactuar con los clientes y, a menudo, quedaba fuera de las conversaciones con otros baristas.

“La gente rechazó ofrecerme empleos porque no están dispuestos a correr el riesgo“, comenta.

Pamela Pipes, una barista que no tiene problemas de audición y que es intérprete de lenguaje de signos, se mudó de Raleigh, en Carolina del Norte, para trabajar en la tienda de Washington DC. “Las tablas han cambiado“, dijo: los clientes que escuchan tendrán que descubrir cómo navegar y comunicarse en espacios para sordos.

Sentado frente a ella, Harris bromeaba que durante las fases de la remodelación algunos clientes se mostraron perplejos. Unos pocos esperaban para escuchar sus nombres al final del mostrador.

La tienda continuará recolectando los comentarios de los clientes y empleados, y Starbucks puede buscar otra ciudad para ubicar su próxima cafetería de lenguaje de signos. Pero Novsam ya ha visto cumplido un sueño. Dos noches antes de la apertura de Starbucks, caminó por la H Street para ver el mural con tonos amarillos, rosas, verdes y azules.



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