miércoles, 19 de agosto de 2009

EL APNEA AFECTA A MUCHOS

InfoSord, 19/08/09

La apnea presenta la comorbilidad más alta con esta enfermedad, mientras que se estima que la sinusitis produce tanto dolor como la artritis. La depresión es una comorbilidad frecuente de otros trastornos psíquicos y orgánicos. La semana pasada CF publicaba que el 30 por ciento de las mujeres con incontinencia urinaria toma ansiolíticos.

Ahora, un estudio, presentado la semana pasada en la reunión anual de la Academia Americana de Otorrinolaringología (ORL), celebrada en Chicago (Estados Unidos), revela que el 30 por ciento de pacientes con enfermedades de la ORL sufriría un síndrome depresivo frente al 9,5 por ciento de prevalencia de depresión que se registra en población general. Tras analizar a 12.516 pacientes, se vio que los que sufrían apnea del sueño presentan la prevalencia más alta de depresión y uso de antidepresivos.

En ancianos, los otorrinolaringólogos estadounidenses alertaron del grave detrimento que supone para el bienestar de los pacientes la pérdida de audición y los problemas de voz. En sordera profunda, una investigación avala la colocación de implantes cocleares en geriatría. Si bien su efectividad está bien establecida en niños y población general, anteriores trabajos habían señalado que la cirugía no beneficiaría a los mayores.

La sordera, frecuente en la vejez, se solventa cada vez mejor gracias a los avances en prótesis auditivas, defiende el otorrinolaringólogo Miguel Caballero, del Hospital Clínico de Barcelona. "No se usan lo suficiente porque se cree que no sirven y todavía parece que está mal visto usarlas".

Bien al contrario, considera que su uso reduce la sensación de aislamiento y carga para la familia y aumenta la funcionalidad del anciano. Bajo esta premisa, está trabajando en una investigación, en colaboración con centros de atención primaria de la provincia de Barcelona, para evaluar el impacto del uso de audífonos en la reducción de síntomas depresivos en mayores.

No piden ayuda

También se ha comprobado que los problemas crónicos de voz en ancianos se asocian a ansiedad, depresión y aislamiento. En Chicago, investigadores de la Universidad Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), alertan de que no piden ayuda porque no saben que existen terapias para algunas de estas afecciones. De un grupo de 248 octogenarios, comprobaron que cerca de la quinta parte sufría disfonía y el 14 por ciento, disfagia. Pero de ellos, menos de tres cuartas partes habían consultado su problema con el médico.

Otro problema de ORL que causa más perjuicio del que se podría imaginar en un primer momento es la sinusitis. Investigadores de la Universidad de Georgetown (Washington) mostraron los resultados de un metaanálisis de once estudios que expone que el nivel de dolor que sufren los pacientes con sinusitis (que llega a provocar dolores musculares y articulares) es similar al dolor que padecen los pacientes con artritis y depresión. Los autores aseguran que la cirugía endoscópica de la sinusitis crónica supondría un gran alivio para los pacientes. El presidente de la Comisión de Rinología y Alergia de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (Seorl), Adolfo Sarandeses, afirma que "no existía constancia de que este dolor fuese tan debilitante", y defiende que estos resultados deben ser contrastados por futuros trabajos.

Antibióticos de más

Expone que el conjunto de rinosinusitis tiene una prevalencia del 15 por ciento, de las que el cuadro agudo y viral "es el más frecuente y precisa sólo tratamiento sintomático". Sin embargo, "España es uno de los países de Europa donde más antibióticos se prescriben innecesariamente para esta afección".

Apnea: riesgo alto de ECV

La apnea obstructiva del sueño se asociaba la semana pasada a mayor riesgo de depresión, pero el vínculo que probablemente más preocupa a los expertos es con enfermedad cardiovascular (ECV) y diabetes. El presidente de la Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (Seorl), Enrique Fernández, explica que los pacientes con apnea sufrirían una mayor activación del sistema nervioso simpático, lo que aumentaría la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

También la disminución de oxígeno en sangre eleva el estrés oxidativo y produce una disfunción endotelial que favorece la vasoconstricción y la inflamación. Señala además que estos pacientes presentan una mayor agregabilidad plaquetaria, lo que incrementa el riesgo de aterosclerosis, y tienen aumentado el factor de coagulación, lo que elevaría la incidencia de trombosis. Por otra parte, la apnea aumenta la resistencia a la leptina, lo que reduce la sensación de saciedad, y a la insulina, elevando el riesgo de diabetes.


Fuente: Naiara Brocal/Carrasconaiara.brocal@correofarmaceutico.com
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