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El día que instalaron en San Juan teléfonos públicos para sordos y no se usaron por una insólita razón

Fueron los precursores de los mensajes de texto, sin embargo fracasaron rotundamente por un motivo increíble.

Una serie de teléfonos públicos especialmente equipados para que los sordomudos pudieran comunicarse utilizando esa tecnología fueron instalados en puntos estratégicos de la provincia a principios de 1998. De manera muy sencilla permitían a personas hipoacúsicas entablar un diálogo a través de mensajes que se escribían en pequeños teclados emergentes de una caja metálica ubicada en la cabina.

El teclado, de unos 25 centímetros, estaba justo abajo del teléfono. El proceso de comunicación se completaba cuando el receptor del mensaje tecleaba las palabras que deseaba comunicar a la persona con disminución auditiva o de habla que se encontraba en el teléfono, que a su vez leía el texto en el pequeño visor. El proceso se repetía, entablando un diálogo. Algo así como un mensaje de texto actual, pero en aparatos enormes ubicados en la vía pública.  

Los pasos a seguir eran sencillos. Había que levantar el auricular y dejarlo descolgado, luego insertar una moneda o tarjeta telefónica y discar el número al que se deseaba llamar. Una luz ubicada en la parte frontal indicaba si la llamada estaba en curso o si daba ocupado. Cuando estaban conectados, se escribía el mensaje con la sigla GA al final del texto que servía para indicar que ya se podía contestar. 

¿Por que el precursor del SMS fue un rotundo fracaso en San Juan? Porque no había ningún teléfono domiciliario equipado para entablar este tipo de comunicación. Es decir, una pantalla y un teclado especialmente diseñados para esto. Insólito. Estos dispositivos, integrados en una sola pieza, se vendían en Telefónica de Argentina por un costo aproximado de 500 pesos. 

Meses después de la instalación de los teléfonos públicos, desde la empresa admitieron no haber vendido ni un sólo adaptador domiciliario. Y pese a la estrategias de promoción, todo terminó en fracaso. Además, para esa época los celulares daban sus primeros pasos en la provincia por lo que los teléfonos públicos comenzaron a ser menos utilizados. 

Los teléfonos, ubicados en la Terminal, la escuela José A. Terry, el Hospital Rawson, el Marcial Quiroga, Telefónica, la Peatonal y el Ministerio de Economía,

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