miércoles, 10 de febrero de 2021

La familia Pleguezuelos de Pinto gana definitivamente la batalla: Bankia les devolverá su piso

La familia Pleguezuelos de Pinto gana definitivamente la batalla: Bankia les devolverá su piso

INFOSORD ESPAÑA - DIVULGACIÓN

Antonio Pleguezuelos y su mujer María del Carmen Lebrón, dos ancianos sordomudos a los que el banco amenazó con desahuciar, han recuperado la propiedad de su vivienda.

Cuatro años después Antonio Pleguezuelos y María del Carmen Lebrón respiran tranquilos. El matrimonio, gracias a la incansable lucha de su hijo Benjamín, ha conseguido que Bankia les devuelva tanto la propiedad de su piso como los cerca de 8.000 euros que habían pagado en concepto de alquiler social desde 2017. “Todo esto nunca hubiera sido posible sin la ayuda de todas las personas que nos apoyaron”, comenta agradecido Benjamín.

Todo comenzó cuando Antonio y María del Carmen, que tienen 80 y 85 años, avalaron el préstamo hipotecario a uno de sus hijos con el piso en el que llevan viviendo más de 50 años.

Los dos conocidos vecinos del barrio de El Prado de Pinto son sordomudos y no saben ni leer ni escribir, por lo que nunca fueron conscientes de las consecuencias de su aval. En el juicio, la doctora que los atiende habitualmente explicó que se limitan “a hacer aquello que les dicen las personas en las cuales confían, principalmente sus hijos y personas de su entorno más inmediato”.

A pesar de su condición, el banco y el notario aprobaron la operación con una simple anotación al lado de su firma: “No saben leer”. Una vez que su hijo no pudo afrontar la deuda de 160.000 euros, el matrimonio recibió la notificación del inicio del proceso de desahucio de su vivienda.

La presión social, sin embargo, obligó a Bankia a recular y permitir a los pinteños seguir residiendo en su casa a cambio de un alquiler social. Posteriormente, además, la Justicia anuló el préstamo hipotecario y la posterior novación de ampliación que habían avalado.

“Habíamos ganado la batalla, pero solo a medias”, rememoran. En esta ocasión la familia no tuvo ni tan siquiera que ir a juicio ya que Bankia ha atendido su petición y ha decidido devolver el piso a los pinteños, así como todo el alquiler social que habían abonado en los últimos años. “Ha sido una lucha de cuatro años en la que he invertido tiempo y dinero, pero ha merecido la pena”, dice orgulloso Benjamín. 

Una vez acabada la pesadilla, Antonio y María del Carmen pueden volver a sentirse dueños de su vivienda. “Es un desahogo por el simple hecho de no tener que ver a tus padres llorar porque tienen frío y no entienden que su vivienda no es suya, que no pueden si quiera instalar un simple calefactor”.

El lado negativo de toda esta historia es que la relación con el hijo al que avalaron el préstamo se ha roto tras estos cuatro años de lucha porque “no quiere saber nada de ellos”.

El matrimonio se encuentra actualmente en buen estado de salud y, como todos, todavía está acostumbrándose a convivir con el coronavirus: “Lo llevamos con mucha precaución porque a ver cómo les explicas que hay un bichito por ahí, pero están bien y estamos intentando que se expongan lo menos posible”, concluye Benjamín.


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