La federación de sordos y el Instituto de la Mujer desarrollan un curso sobre violencia de género Los sordos lamentan que no pueden hacer uso de los servicios 112 y 016, que solo admiten comunicación verbal.
Formar para informar, detectar y poder ayudar en la lucha contra la violencia de género a quienes más lo necesitan, las víctimas. Es la motivación que ha inspirado el ciclo de aprendizaje recíproco que la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Extremadura (Fexas) y el Instituto de la Mujer iniciaron en Cáceres la semana pasada. "Significa recibir formación para trabajar en el día a día", señaló el presidente de Fexas, José Manuel Cercas.
Primero el personal del movimiento asociativo de personas sordas de Mérida, Plasencia y Badajoz, además del de Cáceres, han atendido a las explicaciones de Mamen Gómez, psicóloga especializada en la atención a mujeres víctima de violencia de género y trabajadora de un punto de atención en Hervás. La acción ha consistido en presentar las características de la víctima y del agresor y conocer los indicios que pueden alertar de una situación de maltrato. "Se trata de un problema complejo, sin soluciones inmediatas y que requiere acciones preventivas", recordó la directora de la Casa de la Mujer, Isabel García Trigo.
A las dificultades habituales de las circunstancias de la mujer agredida se suman, en el caso de las personas sordas, la infranqueable barrera de la comunicación. "Ni el 112 ni el teléfono contra el maltrato, el 016, disponen de sistemas de mensaje de texto, por lo que una persona sorda no podrá ponerse en contacto jamás con estos servicios ante una emergencia. No hay forma de pedir auxilio", recuerda Maite Berrocoso, integrante de Fexas. Solo en Extremadura hay más de 3.000 personas con algún grado de deficiencia auditiva.
Falta de información
A la barrera tecnológica se une la cultural: "Muchas mujeres sordas, sobre todo mayores, asocian el maltrato a la violencia física y no a la violencia psicológica", asegura. Hay una explicación para ello. La imagen asignada por la lengua de signos a la palabra ´maltrato´ se forma con el dedo índice de la mano derecha levantado, y los dedos de la mano izquierda, excepto el pulgar, golpeando contra él. "Por eso lo asocian solo a algo físico y por eso mucha gente no sabe que vive una situación de maltrato", explica.
La acción para eliminar la barrera cultural es la que se inició la semana pasada en Cáceres y continuará en octubre, con la jornada en la que integrantes de Fexas formarán al personal del Instituto de la Mujer para atender a víctimas con problemas auditivos. Frente a las barreras comunicativas, insisten: "que adapten los sistemas de comunicación con los servicios de emergencias porque --recuerda-- ante un caso de violencia una persona oyente tiene recursos a los que acceder, y una persona sorda no", y matiza "no es una exigencia, se trata de una necesidad".
Para ir abriendo camino, desde Fexas, en colaboración con la Fundación CNSE para la Supresión de las Barreras de Comunicación, han puesto en marcha un sistema de videointerpretación al que pueden recurrir. El problema es que solo funciona de 8.00 a 20.00 horas y que no es tan inmediato como el sistema de sms que ellos proponen, porque requiere encender el ordenador y conectarse a internet. Otro problema es que la violencia de género no entiende nada, tampoco de horarios.
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