InfoSord, 12/02/2010
Por Julio Bernal Alcívar
El tiempo pasa y nos pasa, es la imagen móvil de lo eterno, generalmente, no está de parte de unos y otros; está únicamente de parte de los que saben aprovecharlo, más si aplicamos un conocido pensamiento de F. Schiller: “De tres maneras es el paso del tiempo: el futuro viene a nosotros con paso lento; el presente se nos escapa como una flecha, y lo pasado está eternamente quieto, sin que podamos cambiarlo”.
El diccionario hispano no tiene conceptualización sobre EL TIEMPO; sin embargo, admite que no es posible ‘MATAR EL TIEMPO’ a sabiendas que es el tiempo el que mata a la humanidad, como lo demuestra la enseñanza de Historia: Todos han muerto...
Aceptemos que el tiempo es: demasiado lento para los que esperan; demasiado rápido para los que tienen miedo; demasiado largo para los que sufren; demasiado corto para los que gozan, pero... para aquellos que aman, el tiempo es eternidad.
Lo que parece no tener sentido común, ni lógica constructiva es el uso y abuso del famoso teléfono móvil que se llama también celular por tener conectores parecidos a la forma de la célula, es decir con puntas que son las que comunican con las diferentes estaciones de enlace. Tal es el caso de aquellas personas que primero adquieren ese aparatito por novedad, imitación a otro, vanidad, o quizá, según, su forma de mirar las cosas y el perfil de su capacidad mental, como un ‘compañero’ que les distrae, algo así como un juguete caro que ocasionalmente hasta sirve para ‘impresionar’ a quienes están cerca de esas personas ilusas que parece encuentran en esa ‘herramienta’ un modo ingenuo por cierto, de sentirse ‘importantes’ como algunos que se hacen llamar de un familiar o de un amigo, en mitad de una reunión, celebración y hasta el media clase; aparte de que tienen al celular siempre en la mano sin importarles la transmisión de microbios y bacterias que llegan hasta el oído en cantidades suficientes para hacer daño que se agiganta cuando se trata de altísimas frecuencias de transmisión que afectan al oído como lo explican afamados otorrinolaringólogos reunidos en Berlín en enero pasado. Algunos no estuvieron de acuerdo por aquello de perder PACIENTES.
Realmente el teléfono móvil o celular sirve y es muy útil aunque también es la forma más perfecta de explotar al ser humano sea que lo utilice de verdad para su trabajo, actividad, tarea o seguridad, o también sea para lucirlo como un trofeo que no acorta distancias sino que alarga conversaciones y mensajes importantes, a veces, pero vacíos en la mayoría de las ocasiones cuando se prende ese ‘bendito’ celular que está tan prostituido que lo encontramos en todas partes manejado incluso por los sordos-mudos que corresponden a los adjetivos aplicados al matrimonio perfecto: UNA ESPOSA MUDA Y UN ESPOSO SORDO, pero con vecinos sordos, mudos y ciegos.
Cuando se pierde el tiempo se muere antes de tiempo, por aquello esa publicación ‘MATANDO EL TIEMPO’ podría ayudar al menos para no derrochar al tiempo aunque parece difícil ‘matarlo’; en serio, pero hacerlo más ameno con lecturas provechosas, algo interesantes, chistes seleccionados y condensados, frases célebres que enriquecen el vocabulario del lector, en fin, algo que de alguna forma podría ser útil para ‘MATAR EL TIEMPO’ que no sea con el celular que llena los bolsillos de las multinacionales que tienen que repartir con las empresas telefónicas del Estado.
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