Alumnos de Odontología de la Unne harán un relevamiento en la salud dental de niños ciegos, sordos y hipoacúsicos, y, de ser necesario, realizarán arreglos bucales.
or segundo año consecutivo se pondrá en marcha un proyecto de voluntariado universitario mediante el cual los estudiantes se formarán desde la práctica para la atención a pacientes con algún tipo de discapacidad. Se darán clases de promoción, prevención y llevarán las historias clínicas de chicos especiales concurrentes a dos instituciones del medio.
Los alumnos del segundo año de la Carrera de Odontología tendrán sus primeras experiencias prácticas con pacientes especiales a través de la realización de un proyecto del Programa Voluntariado Universitario titulado “Educación y prevención de la salud odontológica en pacientes especiales”.
El dispositivo sanitario es subsidiado en esta oportunidad por la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), trabajando junto con docentes en instituciones locales en educación y promoción de la salud bucal, y en asistencia primaria.
“Se harán tareas de educación y prevención en dos institutos, uno será el ‘Valentín Haüy’, para ciegos y disminuidos visuales, y el otro, el ‘Hellen Keller’, para sordos e hipoacúsicos”, comentó la directora del proyecto y docente titular de la Cátedra Práctica Clínica Preventiva I, Vilma Vila.
El trabajo se realizará en forma multidisciplinaria involucrando a los padres de los niños, docentes de los institutos mencionados, profesores universitarios y alumnos universitarios voluntarios.
A través de este trabajo, los estudiantes podrán aplicar lo que aprenden en la cátedra. “Son formados para este tipo de atención, pero el estar en contacto con estos pacientes especiales significa una gran experiencia y motivación para ellos”, comentó la profesional.
Se formarán grupos de trabajos rotativos y cada equipo deberá organizar y preparar las clases y atención para los chicos, de acuerdo a sus discapacidades.
“Damos clases de educación para la salud con maquetas y láminas, se entregan souvenirs, y un cepillo y crema dental. A los chicos con problemas visuales los motivamos haciéndoles tocar y sentir los instrumentos bucales, los cepillos y su propia boca. Buscamos que aprendan prevención por el tacto.
Para los sordos, por otra parte, se trabaja con imágenes y la colaboración de las maestras en la traducción del idioma de señas. En los institutos hay mucha aceptación; la información que se brinda a los niños es muy importante para su formación personal. Las clases están basadas en conocimientos sobre dieta, nutrición, alimentos cariogénicos, higiene bucal y sobre todo técnicas de cepillado bucal, necesarias para la prevención de enfermedades bucales”.
Seguimientos
No sólo educación harán los estudiantes de Odontología este año con los pacientes especiales, sino que además harán un seguimiento de la salud bucal de todos los chicos que asisten a estos institutos.
“Les colocamos detector de placa para ver dónde hay acumulación de placa bacteriana a fin de que mejoren la limpieza en esos lugares. Eso hacemos con los docentes y alumnos. Los estudiantes deben buscar los métodos más apropiados para llegar a ellos y ganar su confianza. Aprenden cómo motivar a los niños para la atención, por eso decimos que esta tarea es multidisciplinaria y los prepara para cuando sean profesionales y deban atender a pacientes con estas características”, explicó la doctora Vila.
Sin dudas, para los alumnos es una experiencia importante. “Si se detectan pacientes con caries que se puedan tratar con elementos de mano, se las limpia y restaura provisoriamente. Luego se avisa a los docentes para que comuniquen a los tutores que esos chicos deben continuar con la atención, con algún profesional privado o bien en la sala que tiene el Hospital de la Facultad de Odontología, especialmente acondicionada para este tipo de pacientes”.
-
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.