Por María Emilia Díaz Pérez
ony Múzquiz es una tenaz comunicadora y teatrista de corazón, que ha luchado por continuar la tarea de sus maestros en La Laguna, sembrando esta pasión a sus alumnos universitarios y difundiendo el beneficio que el teatro brinda a sus seguidores.
Torreón, Coahuila.- La actriz y directora lagunera Cony Múzquiz, ha forjado una exitosa carrera en la docencia y en el teatro universitario, enfrentando toda clase de vicicitudes como la falta de público y de apoyo institucional.
Sin embargo, su insistencia la ha llevado a concretar valiosos proyectos como el teatro para sordos, y a cosechar grandes satisfacciones.
¿Por qué elegir el teatro y no otra disciplina artística?
Porque el teatro es maravilloso y es un compendio de todas las disciplinas: ahí cantas, bailas, declamas, en fin.
Rogelio Luévano me hizo cantar en una obra, y por eso y muchas cosas más lo adoro donde quiera que esté, pues fue una experiencia muy grata.
Es que en el teatro involucras muchas técnicas y te conviertes en una persona más empática con el otro, con valores y te vuelves disciplinada.
¿Por qué trabaja en teatro universitario?
Yo veo que el público cada vez asiste menos al teatro, entonces considero que es en los jóvenes donde hay que formar el gusto por esta disciplina; a lo mejor no todos se van a dedicar profesionalmente al teatro, pero seguramente sí le van a inculcar ese gusto a sus hijos o a sus amigos, además, el teatro ayuda a los chicos a desarrollar habilidades que le van a servir mucho en su vida, sea cual sea su profesión.
¿Ha cambiado el panorama teatral de su época de estudiante a como es ahora?
Es impresionante, pero ha sido un cambio radical. Yo estudiaba todos los días teatro y las temporadas eran de martes a domingo, y tenía muchas actividades escolares también.
Ahora las clases son una vez por semana y los chavos se sienten muy saturados con tantas cosas que hacer. Creo que eso se debe al interés que tengas.
Por otra parte, me da tristeza que ahora hemos recortado las temporadas a sólo los viernes, sábados y domingos, y eso si bien nos va.
¿Por qué cree que ha dejado de asistir el público al teatro?
Porque ahora hay muchas más ofertas de espectáculos y de cultura que compiten con el teatro.
Además, hay quienes dicen que no van porque no ofrecemos nada de calidad, pero eso no es verdad, se han montado obras maravillosas, han salido grandes proyectos en la Región, pero la gente no va a verlos.
¿Qué significa para usted el teatro?
Para mí ésta es una forma de vida en toda su extensión, quieras o no, el hecho de hacer teatro te lleva a ser empático, te vuelves transparente en tus sentimientos en el ámbito personal, pero también sabes cómo manejar tus emociones, te conoces a ti mismo, pues hay mucho trabajo de introspección y canalizas tus energías hacia algo positivo.
Es verdad que tienes que ser ‘todólogo’, pero eso también es el teatro y me llena de satisfacción.
¿Cómo llega a usted el taller de teatro para sordos?
More Barret, directora del teatro Nazas, y Alberto Lombniz, que es director de la Compañía Seña y Verbo de México, me invitaron a participar en este proyecto, que es el tercer grupo a nivel nacional en su tipo.
Actualmente, son alrededor de 30 personas las que lo integran, entre adultos y jóvenes. Esto ha sido un aprendizaje general, porque hemos logrado integrarnos, adaptarnos y comunicarnos.
Monté una obra con ellos que se llama “Para griegos, yo mero”, con la que nos vamos a ir de gira por Veracruz, y estamos con otro proyecto que se llama “Botadero de cuentos”, el que será dirigido por Alberto Lombniz.
También vamos a hacer la compañía y el grupo de teatro, de manera formal.
Es un proyecto que va creciendo, sin duda.
¿Qué espera del teatro lagunero?
Que se interese la gente por él, que haya más propuestas, que haya mucho apoyo por parte de las autoridades de cultura, que exista un espacio especial para el teatro local como lo fue el Teatro Garibay en su tiempo, y que ahora no sé por qué lo han dejado caer tremendamente.
Porque el Teatro Nazas nos ha brindado todo su apoyo, pero es demasiado grande.
Lo que realmente necesitamos es que nos ayuden para hacer más difusión y publicidad a nuestros trabajos, para que la gente vaya.
¿Qué piensa dejarle al teatro lagunero?
Una trayectoria de trabajo, de dedicación, de entrega, de compromiso, de creer en el otro y de enseñar a trabajar a mucha gente, además de la imagen de que sí se pueden hacer las cosas, a pesar de todo.
ECOS
Quisiera dejar la esperanza de que el teatro no va a morir.
Yo le digo a la gente, nosotros hacemos teatro no por talentosos sino por necios.
¡Somos más necios que actores!
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