Cádiz juega al Doce

InfoSord-Cádiz, 21 marzo

Más de medio centenar de gaditanos rememoró Las Cortes Constituyentes con una gymkana

Un cañonazo madrugador, de esos que ya se saben perdidos de antemano, despierta a Cádiz de su descanso. Las bombas frustradas de los gabachos se pierden en el fondo de la Bahía y la ciudad se prepara, resacosa, para un nuevo día. Corre el 20 de marzo de 1812 y la ciudad se despereza con el orgullo de haberse convertido en ciudad constitucional. Sin embargo, en las calles de Intramuros, la vida sigue como si nada, impertérrita a lo que se ha proclamado un día atrás.
Ayer, 198 años después de ese viernes en el que los diputados dijeron «y ahora qué» conscientes de haber cambiado para siempre la Historia de España e Hispanoamérica, el tiempo demuestra que las cosas no han cambiado tanto. Más de medio centenar de gaditanos se zambulló ayer en las agitadas aguas de la Historia entre carreras y pruebas de la Gymkana del 12. Mientras, la ciudad y sus habitantes siguieron con su sábado de paseos, tiendas y tapeo, animados por los actos de la Semana Constitucional pero sin romper con su espíritu libre y desenfadado, despreocupado y alegre, del que ya hicieron gala sus antepasados de hace casi 200 años.



Familias, jóvenes y gaditanos de todas las edades -incluyendo los siete meses de la pequeña Lola, la concursante más joven de la gymkana- hasta hacer los 540 valientes que ayer se decidieron por recorrerse a carrera todas las calles de la ciudad enfundados en una camiseta amarilla para disfrutar de «un día inolvidable». En estos términos se expresaba ayer Cristina Noya, madre de Lola. «El año pasado no pude participar por el embarazo así que este año nos hemos decidido a apuntarnos», explica Cristina mientras descansa con su grupo en la plaza de la Catedral. No está sola, a parte de su hija que sonríe feliz en su cochecito con camiseta de la gymkana incluida, la acompañada sus primas Inmaculada Moreno y Laura Noya y su ahijada Julia Martín.
Cristina ejerció ayer como diputada de su milicia de cinco chicas. A ella, correspondió la labor de recoger toda la documentación y pistas necesarias a las 10 de la mañana en la plaza de San Juan de Dios. En ese punto comenzó su periplo por las calles del centro, junto con el de otros 107 grupos (de los 110 que estaban inscritos). Un recorrido complicado si uno de sus componentes lo hace en cochecito de bebé: «La gente nos pregunta cómo hemos sido capaces de conseguir tantas pruebas».
Y es que el grupo de Cristina consiguió unos más que dignos 11 puntos que, aunque no las hicieron ganadoras, sí las mantuvo en la línea de lo conseguido por las 20 familias participantes. Más de una decena de puntos que se cristalizaron en forma de 11 artículos de la Constitución, pegados en una hoja en forma de periódico de la época, en referencia al decreto a la Libertad de imprenta que aprobaron Las Cortes en San Fernando hace 200 años.
Unas pruebas muy originales
Para conseguir los 11 artículos de su particular periódico, Cristina y su grupo pasó por alguna de las 22 pruebas que este año se han creado con la colaboración de la empresa de animación De ida y vuelta. La plaza de San Juan de Dios, Candelaria, la calle Ancha o Marqués del Real Tesoro se convirtieron en el escenario de unas pruebas destinadas a premiar las habilidades físicas o los conocimientos históricos de la ciudad.
Uno de estos exámenes del Doce era El Perfumista. Una prueba con carácter especial que buscaba la integración y valoración de las personas con discapacidad visual al obligar a los participantes a encontrar su pareja con los ojos tapados y la ayuda del olor a perfume. Y es que en la gymkana de ayer volvieron a participar miembros de distintas asociaciones de discapacitados de la ciudad como la Asociación de Sordos de Cádiz, Asorca, de la que intervinieron dos grupos. «Su participación es algo que nos alegra especialmente. Es importante tanto para ellos como para nosotros», explicó ilusionada la concejala de Juventud, Carmen Sánchez.
A las 13.30 a Cristina y el resto de grupos se les terminó el tiempo. Como el de Elisabeth Rosado. Un equipo de cinco adolescentes que no podía con la vergüenza de tenerse que subir a un escenario instalado en San Juan de Dios para bailar unas danzas goyescas de la época. «Nos da mucho corte bailar pero lo hemos hecho por divertirnos y ver si ganábamos», explica la diputada del grupo. Sin embargo, el primer premio tampoco fue para ella, pero la joven y sus amigas no pudieron quejarse. La gymkana reservó para ellas un regalo, al igual que para todos los participantes de la edición. Un detalle material que se sumó al regalo de saberse parte de la historia de la ciudad. Parte de las vivencias de ese Cádiz, tan alegre y abierto y, a la vez, tan protector. Cuna ideal de la primera constitución española. Cuna de la Libertad.
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