El Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión trabaja paralelamente en una metodología de transferencia que permitirá que otros países puedan traducir el software a su lengua de señas local de manera autónoma.
Hace tres años el Centro de Desarrollo de Tecnología de inclusión de la Escuela de Psicología (Cedetí) diseñó Sueñaletras, un software para el apoyo del aprendizaje de la lectura de niños sordos de libre acceso. Esta primera versión vincula alredor de 470 palabras escritas con su traducción a lengua de señas chilena, su vocalización o lenguaje labial, su escritura dactilológica o abecedario manual y la imagen de lo que se está representando. Orientado a niños de entre 4 y 10 años, el programa busca acercar a los menores con déficit auditivo al proceso de lectoescritura de una manera lúdica, entretenida y dinámica.
Este año, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el equipo de expertos de Cedetí traducirá Sueñaletras a lengua de señas uruguayo y mexicana. Para ello están trabajando con niños sordos de ambos países y sus profesoras. Además, paralelamente, la especialista en informática educativa costarricense Milagro Conejo está elaborando la metodología de transferencia que permitirá que otros países puedan traducir el software a su lengua de señas local de manera autónoma.
Ricardo Rosas, director del centro, explica que todas las comunidades de sordos generan espontáneamente una lengua y por eso las lenguas de señas son diferentes en cada país, a pesar de que tienen muchas más similitudes que las que existen entre los idiomas hablados.
Junto con traducir el Sueñaletras, el equipo de Cedetí está perfeccionando otro sistema diseñado para niños con déficit auditivo: el Dicciseñas, un diccionario de lenguaje de señas. A pesar de que existen desarrollos de este tipo en muchos países, Rosas explica que están orientados a los adultos, lo que significa que están indexados alfabéticamente.
El problema de los sordos es que les cuesta mucho aprender a leer porque la lengua escrita es una representación de los fonemas o sonidos que existen en el habla, a la que ellos no tienen acceso. "La pregunta del millón es ¿cómo indexas un diccionario de señas para niños? Porque el sentido común dice lo alfabetizas, pero el niño no sabe que naranja empieza con n . Entonces estamos haciendo un diccionario de señas indexado por íconos", cuenta. Y agrega que además va a estar traducido a lengua de señas mexicana y uruguaya además de la chilena.
Después de terminar esta primera etapa de trabajo de traducción con los niños y las profesoras, el equipo del Cedetí va a elaborar las dos nuevas versiones del software y espera hacer su lanzamiento en México y Uruguay en noviembre de este año. Al igual que el Sueñaletras original, los programas serán de acceso libre y gratuito.
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