En Santiago y comarca buscan empleo 437 personas sordas

Por Joel Gómez

De cada cien personas sordas con interés en trabajar, 65 no tienen ocupación ni la encuentran a pesar de buscarla. Eso significa que 255 personas con discapacidad auditiva engrosan las listas de las oficinas de empleo de Santiago, y la cifra asciende a 437 si se tienen en cuenta municipios de las comarcas. Esta realidad la ha verificado José Luis López Mosquera, quien desde el 21 de marzo está incorporado a la Asociación de Persoas Xordas de Santiago como orientador laboral.

José Luis está contratado por la Federación de Asociacións de Persoas Xordas de Galicia (FAXPG), y su puesto lo financia una ayuda de la Fundación Iberdrola. Participó en un curso de dos meses, con 9 especialistas más, y le seleccionaron a él para esta labor. Estará en Compostela diez meses.

Su función es «prestar asesoramento a calquer usuario e ofrecer axuda para que saiban facer e presentar un currículo, coñecer as diferentes vías para buscar emprego, orientar sobre cursos de formación que poden facer e outros asuntos de interese para persoas desempregadas», sostiene.

Además, cuando les llega alguna oferta de trabajo se preocupa de que se avise a posibles personas del colectivo con interés en poder ocuparla.

Otra de sus tareas consiste en informar e entidades y empresas de las posibilidades de trabajo de una persona sorda. «Neste tempo -desde el 21 de marzo hasta ayer, lunes- prestei 77 atencións a usuarios e visitei 16 entidades para informar dos servizos que ofrecemos», explica. Detectó empresas que «descoñecen as posibilidades de poder traballar dunha persoa xorda».

Integración laboral

José Luis López afirma que existen «bastantes» barreras para la integración laboral del colectivo. «É complicado sobre todo polas dificultades de comunicación. Unha persoa xorda non é a máis indicada para atender un teléfono ou para estar de cara ao público, aínda que pode manexar un ordenador, un arquivo, e facer moitas outras tarefas satisfactoriamente».

Insiste en defender esas posibilidades y en reivindicar que en puestos administrativos puedan entrar personas sordas, pues las hay preparadas para desempeñar esa labor. Y trata de convencer a quienes le visitan de que existe esa posibilidad.

Su trabajo es conocido y desde oficinas de empleo le derivan personas en paro a quienes puede asesorar. También lo hace la trabajadora social de la Asociación de Persoas Xordas compostelana, una entidad que ofrece su servicio de intérpretes para favorecer la comunicación y facilitar su labor, siempre que le es demandada.