62º Congreso Nacional de la SEORL PCF Y 1º Congreso de la Confederación Europea de ORL y PCF. Barcelona, del 2 al 6 de julio 2011
Si el implante se realiza al año de edad el niño llegará a discriminar el 100% de las palabras y sonidos. A medida que se retrase el implante esta discriminación disminuirá.
• “El niño con un implante coclear oye perfectamente, y podrá asistir a una escuela normal, y hacer una vida normal desde todo punto de vista”
Barcelona, 5 de julio 2011. Hace más de 25 años que fueron aprobados los implantes cocleares para que las personas sordas pudieran oír. Desde entonces la tecnología de estos aparatos ha evolucionado de tal forma que permite que los niños sordos y los adultos puedan oír. “La edad recomendable de la cirugía es alrededor del año de vida, con el objetivo de que el niño tenga ya facilitada la audición en el momento del desarrollo del lenguaje, que es a partir del año. De esta manera el niño va a tener un desarrollo lingüístico normal, con las implicaciones sociales que ello conlleva, no es que sea una vida similar a un niño que oye, es que el niño implantado es un niño que oye perfectamente, y podrá asistir a una escuela normal, y hacer una vida normal desde todo punto de vista”, señala el doctor Javier Cervera, Otorrinolaringólogo del Hospital Universitario Niño Jesús, de Madrid, y Presidente de la Sociedad Europea de ORL, especialidad que celebra estos días en Barcelona su 62 Congreso Nacional y el 1º Congreso de la Confederación Europea de esta especialidad.
Los primeros implantes cocleares solo tenían un canal de frecuencia y era muy difícil distinguir los sonidos. Los actuales, multicanales, consiguen la percepción de todas las frecuencias, es decir, codifican todos los sonidos, “La cóclea es tonotópica, eso quiere decir que dependiendo de la zona se estimulan unas frecuencias u otras, y con eso se puede conseguir una discriminación (diferenciación) de los sonidos casi perfecta”.
Los implantes están indicados fundamentalmente “en pacientes con sorderas profundas o severas que no se beneficien de un audífono. También es muy importante que el paciente sepa los resultados que puede obtener de un implante coclear, no es lo mismo operar a un niño pequeño, que a un adolescente que nunca ha oído y además esté educado en el lenguaje de signos, porque los resultados que se pueden esperar serán muy pobres. También es muy importante que el paciente sepa que tiene que integrarse en un programa de rehabilitación para adaptarse a su nueva situación de audición”, según el doctor Cervera.
Señala este experto que las nuevas tecnologías para codificar los sonidos –uno de los temas que se han tratado durante el Congreso- están consiguiendo resultados espectaculares, “los pacientes pueden oír e incluso disfrutar de la música como cualquier otra persona normooyente”.
La cirugía para el implante es poco agresiva. Mediante una pequeña incisión detrás del pabellón auditivo se coloca el implante detrás de la oreja, en el hueso de la mastoides, y desde ahí, se crea un camino para poder alojar la guía de electrodos que se inserta en la cóclea o caracol en el oído interno, de tal manera que se pueda estimular el nervio auditivo para que este mande las señales eléctricas a la corteza cerebral auditiva, que es con lo que realmente oímos. La operación suele durar alrededor de 2 horas, y el paciente puede irse a casa al día siguiente.
Los nuevos modelos son sumergibles
Las personas con un implante coclear deben extremar el cuidado para evitar los golpes en la zona, “por eso se recomienda no hacer deportes de riesgo o violentos, y que los niños que monten en bicicleta lo hagan siempre un casco protector. De vez en cuando hay que cambiar o recargar la batería, controlar el mapa o programa del implante, si se rompe algún cable o antena tiene fácil arreglo, porque se repone con rapidez y facilidad. Con los modelos antiguos hay que quitarse el procesador externo para bañarse, por ejemplo en la piscina, aunque ahora están saliendo modelos nuevos que son sumergibles”. Aunque los modelos antiguos pueden tener interferencias con los teléfonos móviles, los nuevos pueden utilizarse con total tranquilidad.
Los niños sordos son los más beneficiados del implante coclear
Un niño de 4 meses ha sido el más pequeño que ha recibido un implante coclear, “pero no es lo habitual, a veces a estas edades no estamos completamente seguros del diagnóstico, y se necesita que el niño tenga el suficiente desarrollo del cráneo donde se va colocar el implante mastoideo, lo mismo que la cavidad de la mastoides por donde se va a llevar la guía de electrodos hasta el oído interno”. La edad recomendable de la cirugía, según los expertos, es alrededor del año de vida.
“La experiencia obtenida en los niños implantados no puede ser mejor, -señala el doctor Cervera- al implantarse antes del desarrollo del lenguaje, hacia el año de vida, estos niños han evolucionado como cualquier otro niño, pueden ir a colegios normales, aprender varios idiomas, escuchar música y practicar deportes. En realidad no tiene porque existir una diferencia entre un niño implantado y un niño oyente normal, con la única dependencia de cuidar un dispositivo que le comunica de forma completa con el medio”.
Para los expertos es muy importante que el implante se realice precozmente, para que puedan desarrollar el lenguaje. “Hay una edad crítica, que son los 6 años, si se implanta a partir de esta edad el resultado del implante desde el punto de vista de reconocimiento de las palabras será cada vez peor. Para comprenderlo fácilmente, si un niño se opera con un año, llegará a una discriminación del 100% de las palabras, a medida que se va retrasando la edad del implante la discriminación de las palabras va disminuyendo, y a partir de los 6 años el porcentaje de discriminación puede ser incluso solo del 20%. Por eso es muy importante la implantación precoz”.
Señala el doctor Cervera que cada vez se operan más niños sordos hijos de sordos, “porque se están dando cuenta de las ventajas que supone tener un hijo que pueda desarrollar un lenguaje, y que les ayude en la comunicación, aunque por desgracia todavía hay padres que se niegan a que sus hijos sean operados y que puedan oír”
El implante está indicado en todos los niños sordos, excepto en aquellos en los que exista una malformación del oído interno que sea la causa de la sordera, o que tengan fibrosis u osificación coclear debido a una meningitis. Entra dentro de las prestaciones de la Seguridad Social, como prestación ortoprotésica, y se contempla su renovación cada 7 años, de tal manera que si el paciente tiene algún problema con el implante, por avería, rotura, etc., tiene derecho a nuevo implante, de forma que no pierda la posibilidad de oír en ningún momento.
Así nacieron los implantes
El primer implante coclear fue realizado en 1957 por André Djurno y Charles Eyriès en Francia. Estos insertaron un único hilo de cobre en la cóclea de un paciente totalmente sordo, logrando que este percibiera información sonora, pero sin ninguna discriminación. En 1961, William House en Los Angeles, probó colocando un electrodo de oro en la rampa timpánica con resultados análogos al experimento de Djurno y Eyriès. Posteriormente, en 1978, el profesor Graeme Clark, en Australia, desarrolló los primeros implantes cocleares multicanales, precursores de los actuales, que permitían a los pacientes sordos captar información sonora de calidad aceptable, ya con una mejor discriminación de los sonidos.
A partir de los años 80 se empiezan a operar pacientes en todo el mundo se forma progresiva y con mayores indicaciones, de tal manera que la FDA americana aprueba en el año 1985 su aplicación en adultos y en el año 1998, la aprobación es ya para niños de menos de 2 años.
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