EMOTIVO ACTO EN LA ESCUELA HELEN KELLER
Son 9 ex alumnos ahora están encargados de que los chicos con discapacidad auditiva aprendan a comunicarse naturalmente. Los docentes destacan su aporte y aseguran que es fundamental e irremplazable.
En el Día de las Personas Sordas, los auxiliares docentes que se desempeñan en la Escuela Especial Nº 9 “Helen Keller” fueron homenajeados ayer por el equipo de educadores y alumnos. Se trata de 9 ex alumnos de la institución que actualmente son los encargados de enseñar la lengua de señas a los más de 120 chicos que asisten diariamente a la única escuela pública y bilingüe para sordos de Capital.
Los docentes de la Helen Keller destacan el fundamental aporte de los auxiliares sordos para la enseñanza de la lengua de señas y explicaron que para los chicos, no es lo mismo aprenderlo de otras personas que de hablantes naturales. Durante el acto, recibieron regalos y disfrutaron de presentaciones especiales que realizaron sus compañeros y alumnos.
El emotivo acto se realizó durante la ayer a la tarde en la escuela, ubicada en el barrio Ferré. Si bien el festejo abarcaba a todas las personas sordas, los principales homenajeados fueron los auxiliares que se desempeñan en el área docente.
“Ellos son muy importantes para nosotros y su aporte es fundamental, ya que la lengua de señas debe ser enseñada por hablantes naturales”, explicó a El Litoral la vicedirectora de la Helen Keller, Griselda Retamero. Además de los regalos que se entregaron al equipo, los docentes también prepararon una presentación de diapositivas con fotos de cada uno de los auxiliares durante su trabajo, que fue presentada durante el acto.
Los auxiliares docentes homenajeados son Alejandro Bazante, Marta Arce, Mercedes Núñez, Isabel Acevedo, Flavia Lagraña, Elena Kolozuk, Mabel Carballo, Nora Gómez y Enrique Gómez. “Todos son ex alumnos de la escuela, así que es un orgullo para nosotros que sigan formando parte de la institución con esta importantísima labor”, resaltó la directora, Claudia Tanara.
La escuela Helen Keller tiene 37 años de historia y actualmente brinda servicios de estimulación temprana, educación de nivel inicial, escuela primaria, talleres de panadería, repostería, artesanías, carpintería, teatro y computación; integración a escuelas comunes con apoyo escolar en contraturno; gabinetes de psicopedagogía y psicología. La metodología de enseñanza que se aplica es bilingüe, considerando a la persona sorda como “perteneciente a una minoría cultural y lingüística que posee todas las condiciones para desarrollarse como cualquier persona e integrarse a la sociedad, siempre y cuando haya estado en contacto con un sordo hablante de su lengua natural”.
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