InfoSord-Mapuche (Chile)
El proyecto Mi Mundo consiste en un libro didáctico y un set de láminas alfabéticas que sirvan de introducción para el niño sordo hacia la lecto-escritura. En este momento se está coordinando su distribución gratuita a escuelas, instituciones y asociaciones a través de todo Chile.
El proyecto Mi Mundo, del niño/a sordo pre-escolar, aportando así a la implementación de una verdadera educación intercultural-bilingüe, valorando la identidad cultural del sordo para su efectiva inserción dentro de la sociedad oyente.
El proyecto Mi Mundo consiste en un libro didáctico y un set de láminas alfabéticas que sirvan de introducción para el niño sordo hacia la lecto-escritura. En este momento se está coordinando su distribución gratuita a escuelas, instituciones y asociaciones a través de todo el país.
La necesidad de crear estos materiales nació a partir varias consideraciones:
La importancia de que el niño se valore a sí mismo como sujeto cultural válido está ampliamente documentada, así como el derecho de cada niño a ser educado en su propia lengua (Derechos del niño, ONU.) La Lengua de Señas Chilena es la lengua primaria del niño sordo, en cuanto “Para los y las niño(a)s sordo(a)s solamente son naturalmente accesibles las lenguas de señas, únicamente estas últimas pueden ser adquiridas por ellas y por ellos como primeras lenguas, pasando por todas las etapas de adquisición natural que caracterizan al lenguaje humano, en general. Y aunque se deba reconocer el derecho de los sordos señantes a acceder a la lengua oral de sus familiares oyentes como segunda lengua, ello difícilmente la convertirá en su primera lengua”1
El español constituye para los sordos una segunda lengua, por lo que la educación del educando sordo debe ser comprendida desde la educación Intercultural Bilingüe. Según nos asegura la mayoría de los educadores, desde congresos y estudios en la materia2, enseñar y fortalecer la lengua primaria de la persona sorda, la Lengua de Señas, asegura el óptimo desarrollo intelectual y lingüístico del educando, facilitando su acceso al currículum y el aprendizaje del español en sus formas oral y escrita. El reconocimiento de su lengua primaria favorece así mismo el desarrollo identitario del niño, propiciando la construcción de una identidad integrada y positiva.
El sordo es incapaz de asociar fonema con grafema, además de constituir el español una segunda lengua para ellos. Estos factores, coludidos con la frecuente ignorancia del entorno del sordo en cuanto a la Lengua de Señas, explican el porqué el sordo rara vez alcanza un nivel de lectura por sobre el 4to año básico3, desventaja estrechamente ligada con la alta tasa de desempleo y la baja escolaridad del sujeto sordo en general, como queda evidenciado en la Encuesta Casen realizada por FONADIS el año 2006.
A pesar de esto, en Chile existe escaso material especializado para pre-escolares con déficit auditivo que integre a la Lengua de Señas Chilena, y el material proveniente de otros países es inaplicable, debido a que la Lengua de Señas varía entre cada país (y a veces cada región) hispano parlante. Debido a esto, los profesores de niños sordos en los colegios de la región se ven obligados a producir su propio material didáctico, lo cual no es de su competencia y no siempre acarrea resultados satisfactorios. Los materiales producidos por los docentes para la integración de la Lengua de Señas Chilena y la lecto-escritura resultan de baja calidad, teniendo que reemplazarse continuamente, y, al no haber diseñadores ni ilustradores involucrados en su producción, visualmente carentes de atractivo. Son confeccionados en general a base de fotocopias, impresiones en blanco y negro y dibujos realizados por los mismos profesores, como se pudo constatar en visitas a tres connotadas escuelas especializadas en la educación de sordos de la capital, y entrevistas con especialistas.
Los niños sordos son altamente visuales, y dependen de las imágenes para comprender y apreciar el mundo. Por lo mismo lo ideal es que sean expuestos a un imaginario rico y complejo lo antes posible.
El proyecto Mi Mundo, por lo tanto, es concebido con el propósito de suplir diversas carencias dentro del ámbito de la educación del niño/a sordo pre-escolar, aportando así a la implementación de una verdadera educación intercultural-bilingüe, valorando la identidad cultural del sordo para su efectiva inserción dentro de la sociedad oyente. Estos materiales cumplen una doble función, ya que aportan a acercar a la comunidad inmediata del niño sordo a la Lengua de Señas Chilena, dentro de un formato didáctico y de fácil comprensión.
El contenido y formato de estos materiales fue decidido en base a una investigación de las necesidades y carencias de la Escuela Nº 1139 Dr. Jorge Otte Gabler (San Ignacio de Loyola, 1468, Santiago), donde se entrevistó a los profesionales y educandos, y aprobado por los docentes y directivos de otras dos escuelas para sordos (Escuela Especial para Niños Sordos Anne Sullivan, Comuna de El Bosque y la Escuela Básica Especial Municipal Nº 1712 Santiago Apostol, Comuna de Santiago).Recibe el patrocinio así mismo de la facultad de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y de la Coordinadora Nacional del Programa de Apoyo a estudiantes con discapacidad de FONADIS, María Angélica Valladares.
La gráfica de los materiales a su vez fue decidida en base a conversaciones con niños sordos pre-escolares, en las cuales ellos manifestaron sus gustos y preferencias, por lo tanto este trabajo es producto de un esfuerzo comunitario.
Este proyecto, realizado por Alejandra Suckel, también contó con la participación de la diseñadora Camila Schliebener y el traductor de lengua de señas Andrés Guzmán, desarrollado a través del fondart regional
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