Barcelona, 9 jul
El 90 por ciento de los espacios públicos carece de sistemas acústicos con bucles de inducción aptos para personas sordas que llevan audífono, lo que impide a las más 600.000 personas con problemas de audición que hay en España disfrutar correctamente del sonido.
Según un estudio realizado por GAES Centros Auditivos, esta barrera acústica excluye a las personas con problemas de audición de actividades cotidianas como ir al cine, al teatro, e incluso de poder seguir con normalidad una clase en la facultad.
Los bucles de inducción son unos dispositivos sencillos que permiten que el sonido del espacio en el que se encuentra la persona llegue correcta y directamente al audífono sin distorsiones acústicas.
Según el responsable del área de Accesibilidad de GAES, Pablo Kessler, los nuevos edificios que se construyan a partir de 2010 "deben cumplir con las normas de accesibilidad, que contemplan la instalación de bucles inductivos en los espacios públicos, pero lamentablemente no todos se están edificando así, aunque el coste económico no es elevado".
Las mismas fuentes señalan que actualmente sólo espacios públicos como el Auditorio Sant Andreu (Barcelona), la Sociedad Española de Otorrinolaringología (Madrid), el Auditorio de la Caja (Guadalajara) y los Centros Cívicos de los Ayuntamientos de Sevilla y Tenerife están completamente adaptados.
Los bucles inductivos, que además de reducir significativamente el ruido de fondo consiguen una menor dispersión permitiendo una mayor confidencialidad con el sistema, son compatibles con cualquier sistema internacional, ya que posee un sistema normalizado a nivel mundial sin necesidad de adaptación especial.
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