Alfredo-Francisco Salar Lumeras: «Hemos avanzado mucho en la integración de los tartamudos»

Alfredo-Francisco Salar Lumeras preside la Asociación murciana de profesores especialistas de perturbaciones de audición y lenguaje (Amupal). Acaba de presentar en la Universidad de La Coruña, dentro del XX Congreso Nacional de Fepal, la película 'La ruptura del silencio', rodada en Murcia hace más de 30 años bajo su dirección, sobre los problemas que genera la sordera profunda. También expuso las posibilidades que hoy disponen las personas que padecen algún tipo de disfunción en el lenguaje o en el oído. Dada la excelente acogida que ha tenido su aportación, en septiembre se celebrará en Murcia un congreso sobre nuevas tecnologías aplicadas a los problemas del lenguaje y la audición.

- ¿Es difícil superar los problemas de audición y de lenguaje?
- Hay grandes avances, como es el doble implante coclear. Es una gran puerta a la esperanza para los sordos profundos. Las disfunciones del lenguaje se puede decir que son superables con un tratamiento adecuado. Lo más importante es comenzar a una edad muy temprana. Yo tengo alumnos que han superado ejercicios orales en oposiciones muy duras de la Administración, pese a padecer importantes disfunciones del lenguaje.
- ¿Qué le impulsó a rodar 'La ruptura del silencio'?.
- Hace más de treinta años me invitaron a participar en un congreso sobre problemas de audición que se iba a celebrar en Argentina. Quise hacer un trabajo con todo mi corazón, mostrando mi cariño por Murcia y también la labor que aquí desarrollábamos. Cuando se proyecto recientemente en Galicia, me dijeron que les parecía estar viendo el Nodo. Pero la presidenta de FEPAL, Mercedes Varea, se ha propuesto realizar un trabajo similar, actualizado con las nuevas técnicas, para proyectarlo junto a mi película, como un antes y después en el próximo congreso que se celebrará en Murcia.
-¿Qué destacaría sobre los cambios experimentados en los últimos años en el tratamiento de personas con problemas de audición y lenguaje?
- La aceptación social y las posibilidades de recuperación. Antiguamente se les negaba el acceso a los estudios, a un desarrollo personal normalizado a sordos, tartamudos o gangosos. Muchas familias hasta trataban de ocultarlos. Existía una especie de rechazo generalizado que resultaba muy doloroso. Actualmente, y gracias a la labor del equipo multidisciplinar que interviene en su recuperación, desde los cirujanos y especialistas a los logopedas, esas barreras van desapareciendo y su incorporación a la vida normal va siendo cada vez más plena.
- ¿Los problemas de audición y lenguaje se dan en todas las comunidades por igual?
- Lo que sí hay son discrepancias en cuanto a las posibilidades de recuperación, por los problemas de desarrollo económico. Por eso yo suelo ir a los campamentos de Tinduf para atender a los niños saharauis y enseñar a sus maestros las técnicas de reeducación en el lenguaje. Es mi granito de arena.
- ¿Qué destacaría del congreso celebrado en Galicia?
- Asistió la madre de una niña de nueve años a la que se le ha realizado un doble implante coclear, para explicar el proceso de rehabilitación de su hija, y los progresos que ha experimentado. Realmente pienso que ése es el futuro. Es una puerta de esperanza importante para los padres de niños sordos.
-¿Qué labores realizan desde Amupal?
- Amupal es una asociación científica cuyo fin es divulgar las técnicas más modernas para mejorar a las personas que tienen problemas de audición y lenguaje. Las personas con disfemias o tartamudez son muy sensibles y sufren ante el poco tacto de muchas personas que hacen mofa o cuentan chistes sobre tartamudos. Afortunadamente con el tratamiento adecuado, hoy podemos corregirla.