La demanda de personas dependientes para entrar en residencias públicas crece más deprisa que la oferta de nuevas plazas que cada año incorpora la Diputación. Llegará el día en que existan beneficiarios de la Ley de Dependencia que no tengan sitio para ingresar en centros forales. Así lo reconoció ayer el diputado de Acción Social, Juan Mari Aburto, quien anunció que, para intentar paliar esta problemática, la institución presidida por José Luis Bilbao empezará a pagar ayudas a aquellas personas que se queden fuera de los geriátricos y equipamientos especializados para personas con discapacidad. El objetivo: que puedan acceder a la red privada.
La nueva prestación fue aprobada ayer por el consejo de gobierno de la Diputación. Aburto avanzó que la cuantía máxima de las subvenciones ascenderá a 833,96 euros al mes. Este importe lo recibirán aquellos ciudadanos que tienen reconocida una dependencia de grado 3-nivel 2 y cuentan con unos ingresos muy bajos. «A partir de ahí, la cantidad de dinero va descendiendo a medida que se reduce el nivel de dependencia y aumenta la capacidad económica», apuntó Aburto.
El diputado foral destacó que el plan de ayudas se pone en marcha de cara al futuro, ya que, por ahora, «Vizcaya es el único territorio del Estado donde no ha sido necesario» entregar este tipo de ayudas. «Por el momento, la demanda no supera la oferta», se felicitó Aburto.
Ayuda para los sordos
Por otro lado, la Diputación aprobó también ayer una ayuda para la Asociación de Personas Sordas de Bilbao y Bizkaia por un importe global de 50.000 euros. Este dinero se destinará al mantenimiento del servicio de intérpretes de lengua de signos en diferentes actos. Asimismo, la institución foral entregará una subvención de 45.000 euros a la Fundación Síndrome de Down para la puesta en marcha de un plan de colonias de verano y actividades para de ocio para sus asociados.
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