lunes, 3 de mayo de 2010

Cuando la universidad hace lugar a los estudiantes sordos

InfoSord-Uader (Argentina)


A través de la implementación del servicio de interpretación en Lengua de Señas Argentinas, que funciona desde el año pasado en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Uader, se facilita el aprendizaje de las personas sordas que cursan el profesorado en Educación Especial.


Primero desde la dirección de la Escuela de Sordos e Hipoacúsicos y ahora desde la coordinación del Profesorado de Educación Especial que se dicta en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) la profesora Alicia Martínez hace años que viene dando batalla para incluir y ampliar la oferta educativa para las personas sordas.
No es una tarea sencilla y mucho menos que pueda hacerse en soledad. Así fue como junto con otras instituciones como la Escuela nocturna José Martí y la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos, llevaron adelante la creación de una oferta educativa secundaria para sordos, con intérpretes de señas mediante, que sigue en pie, y cada año generando nuevos egresados y nuevas expectativas.
La batalla cultural por la inclusión viene dando sus frutos, a juzgar por algunas cifras que la coordinadora de la carrera, Alicia Martínez, arrojó en diálogo con EL DIARIO.
“Hace tres años empezaron dos jóvenes sordos a estudiar el profesorado y este año, dos más”, dijo la docente. Pero, consultada sobre la matrícula de ingresantes de este año, en comparación con años anteriores, dio otro dato más que llamativo. Resulta que en 2009 hubo 86 alumnos en primer año de esta carrera universitaria y este año, la matrícula ascendió a 113 estudiantes.
En paralelo, los talleres de lengua de señas que se dictan en forma conjunta entre el profesorado y la Facultad de Trabajo Social, se superpoblaron. “Este año tenemos 190 personas cursando los talleres de lengua de señas y unas 60 aprendiendo Braille”, comentó no sin asombro Martínez.
No se trata de una moda. Empieza a “naturalizarse la circulación de las dos lenguas”, deslizó la profesora, en alusión a la necesaria convivencia de la lengua oral y la lengua de señas.
En resumen, la universidad no hace un lugar sino que los abre y con ellos, habilita nuevas perspectivas y miradas en torno a la discapacidad.


CONTINUIDAD. Ahora, desde el profesorado de la Uader, están desarrollando una experiencia de accesibilidad universitaria con alumnos sordos, que apunta a favorecer los recorridos académicos de los estudiantes que cursan el Profesorado en Educación Especial. La propuesta en cuestión se instrumenta a través de un Equipo de Interpretación que integran las Intérpretes en Lengua de Señas Argentina Español Alejandra Trevisán, Vilma Strada y Natalia Anghinolfi.
La coordinadora del Profesorado de Educación Especial, Alicia Martínez, explicó que si bien la iniciativa se desarrolla desde hace unos años, “se ha logrado conformar un equipo que atiende esta diversidad comunicacional y este año es la primera vez que la experiencia se hace desde el curso de ingreso. Asimismo se ha venido brindando apoyo a los estudiantes sordos —que cursan la carrera— para rendir los exámenes de principio de año, reforzando la lectura y comprensión de textos, la organización de las cátedras y en paralelo, el ingreso de los estudiantes en el propedéutico”.
Por su parte, Natalia Anghinolfi hizo referencia a las acciones que desarrollan desde el Servicio de Interpretación del que forma parte: “Hacemos acciones específicas dentro del mismo profesorado, pero también otras hacia la comunidad, que incluyen difusión del servicio pero también actividades que sirvan para sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la accesibilidad y sobre la presencia de estudiantes sordos, ciegos o con algún tipo de discapacidad motora”.
La existencia de intérpretes, es vital. “Para los estudiantes sordos significa una referencia clave, que los acompaña para hacer su recorrido dentro de la institución”, completó Alicia Martínez.


IGUALDAD. Acerca del trabajo que realiza el Equipo de Interpretación en el aula, Vilma Strada, agregó: “Consiste en interpretar, en lengua de señas, lo que dice el profesor y también interpretar en lengua oral, para los profesores, las intervenciones que hacen los estudiantes sordos”.
“Además nosotros hacemos una tarea puntual con la lectura de textos, trabajo con técnicas de estudio, organización de trabajos prácticos; pensamos que los alumnos sordos que transitan por la universidad tienen que hacer lo mismo que hacen los alumnos oyentes, pensamos en organizar la propuesta de manera accesible, adecuando en tiempo o en otros recursos visuales”, agregó Vilma.
En tanto Alejandra Trevisán aludió a la repercusión que el proyecto de accesibilidad comunicacional tiene en los alumnos oyentes que se interesan mucho y quieren entrar en contacto o aprender señas: “Están permanentemente observando al intérprete, generalmente se nota muy buena disposición de parte de ellos, ya sea en el préstamo de apuntes o en la conformación de grupos de trabajo dentro y fuera del aula. Esto último a veces se dificulta un poco porque nosotras también tenemos otras actividades, además del de interpretar en la Facultad”, expresó, al tiempo que se mostró satisfecha porque “la Lengua de Señas se ha ido naturalizando con el paso de los días y además ya hay una experiencia de que la lengua de señas circula más naturalmente en la vida del profesorado, ya no es algo que uno lo mira como algo diferente, ya está instalado”.
En el día a día, la integración se ha ido dando espontáneamente, incluso con los estudiantes sordos que están cursando desde hace unos años, observan las docentes. “Hay una integración natural, comparten otros espacios, se interesan por otros aspectos de la vida y con respecto a los profesores es muy buena la integración, es interesante el compromiso manifiesto por los docentes”, resaltó Alicia Martínez.
“Incluso han modificado algunas acciones dentro del aula que benefician al resto de los estudiantes, incorporado más elementos visuales y permanentemente están preguntando, se acercan al equipo y a la coordinación para plantear sus inquietudes”, añadió.




Para destacar


Proyecciones. La iniciativa de accesibilidad académica en vigencia ha significado no sólo entusiasmo sino cierta proyección de parte de los propios estudiantes: “Hay jóvenes que han egresado del Profesorado de Educación Especial y continúan en Buenos Aires la carrera de Interpretación y otros alumnos están cursando en paralelo, el Profesorado de Sordos en Santa Fe; también hay profesores que han hecho experiencias en los cursos de Lengua de Señas y en Braille”.
Historia. Desde el año 2004 se trabaja en forma conjunta desde la Uader, principalmente con el Profesorado de Educación Especial y el equipo del programa de extensión ‘La Producción Social de la Discapacidad’ de la Facultad de Trabajo Social de la UNER, en los cursos de Lengua de Señas y Braille. Son propuestas abiertas a la comunidad y gratuitas que se enmarcan en un programa integral de accesibilidad y que además incluyen un taller de Accesibilidad Física y Comunicacional.




El dato


190 ese es el número de personas que actualmente cursa el Taller de Lengua de Señas que desde hace unos años, organizan y dictan en forma conjunta la Facultad de Trabajo Social (UNER) y el profesorado de Educación Especial (Uader).
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