CULTURA
Cuando suena a las ocho y media de la mañana «quiero brindar por mi gente sencilla, por el amor y por la familia», estrofas pertenecientes a una canción del dúo argentino Pimpinela, en el aula matinera del colegio Sa Graduada se pone en marcha algo muy especial: una clase de lenguaje de signos para niños que no son sordomudos.
La impulsora de esta iniciativa es Remedios de la Rosa, conocida cariñosamente en el centro como ‘Reme’, quien decidió poner en marcha estas pequeñas clases para «inculcar a los niños los valores de la tolerancia y la solidaridad a través del lenguaje de signos».
No en vano ella se crió con una persona sordomuda, su hermano Francisco, y por eso para ella «es fundamental apostar por fomentar la solidaridad entre estos niños desde que son pequeños, porque estas generaciones son las que van a venir a sustituirnos y son las que tienen que dar un paso adelante para mejorar la integración de las personas con alguna discapacidad».
Todo ello lo hace de forma divertida y así, poco a poco, ha conseguido transmitir estos valores a un grupo de unos 25 alumnos, de edades comprendidas entre los 3 y los 11 años y que se han convertido en sus incondicionales.
Así, algunos como Pedro o Lola, que ya tienen 10 años, llevan ya cinco o seis disfrutando y aprendiendo con Reme. «Nos lo pasamos genial cada vez que venimos y por eso siempre que puedo no me importa madrugar para venir», asegura Pedro, que se encuentra un poco triste por no poder venir a la celebración del sábado por la mañana porque tiene una audición de saxo.
Fiesta de Navidad
Este grado de ilusión también se manifiesta en otras alumnas, como Clara, de siete años, quien no ha dudado en cambiar su partido de baloncesto para poder asistir a la representación del próximo sábado porque «no quiero perderme bajo ningún concepto nuestra actuación». Y es que precisamente será durante la gran fiesta de Navidad del colegio cuando demostrarán a todos sus compañeros todo lo que han aprendido desde que empezaron a dar clase con Reme en el mes de octubre.
Será con el súperconocido villancico Las Campanas, una canción que, según Reme, «han elegido los propios alumnos participantes porque, además de ser muy fácil para representar con lenguaje de signos, es muy divertida a la hora de llevar a cabo cada una de las estrofas».
En este sentido la sevillana asegura que siempre se escoge la canción que van a interpretar por votación popular de todos los niños que participan. Así, asegura que para el fin de curso de este año «pensamos en hacer Corazón Partío de Alejandro Sanz pero era demasiado movida y finalmente nos decantamos por La Familia de Pimpinela».
Y es que como afirma Reme, «ante todo buscamos canciones que tengan letras que les puedan inculcar valores y esta precisamente habla sobre cosas tan importantes como es la familia y más ahora que viene la Navidad».
El dato: Una canción dedicada a La Familia
Hoy estamos festejando, entra ya no tengas miedo y no te asustes que no muerden. Somos pocos pero buenos.
Pasa y tomate una copa, que hay lugar para otra silla, dejame que te presente, a mi gente , mi familia.
Ya lo ves, hablan todos a la ves, y después se pelean por un mes, pero cuando las cosas van mal, a tu lado siempre estan.
Estribillo:Quiero brindar por mi gente sencilla, por el amor brindo por la familia
Si te tiran con un corcho , o al pasar te pisa un niño, en el fondo es tan sólo una muestra de cariño.
Te estas acostumbrando, solo es gente extrovertida, cuando griten no te asustes es que viene la comida (...)
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