Avalancha de matrimonios en una misa

SOCIEDAD

Ciento dieciocho parejas se juraron amor para toda la vida la tarde del sábado cuando el arzobispo de Nueva Pamplona, Luis Madrid Merlano, presidió la ceremonia masiva en la Catedral Santa Clara.

Las 59 parejas, 118 padrinos, hijos, padres, madres, hermanos, tíos entre otros,  y varios  curiosos, colmaron el máximo templo religioso de la Ciudad Mitrada.

Parecía la misa del Viernes Santo. Lleno total. Todos deseaban acercarse a los novios y novias para darle el abrazo de felicitaciones.

De acuerdo con los párrocos más antiguos de la Iglesia de Pamplona, esta es la primera vez que se celebran unas bodas colectivas.

La ceremonia empezó a 4:00 de la tarde. En las sillas se acomodaron los futuros esposos y esposas de todas las edades, entre las que habían amas de casa, profesionales de diferentes oficios, obreros, empleados públicos y privados; miembros de las fuerzas armadas y mujeres embarazadas, entre otras personas que decidieron legalizar su relación ante Dios.

En la mitad de la misa, el Jerarca Católico hizo un pare y ordenó en grupos de diez a los prometidos, quienes individualmente juraron amor eterno ante el sacerdote destinado.

Monseñor Madrid Merlano le correspondió el grupo en donde estaban las parejas de sordomudos, pero no hubo dificultades porque se contó con una intérprete que con señas y gestos les indicaba lo pronunciado por el Arzobispo.

Ana Carolina Celis Sandoval, con siete meses de embarazo y su esposo Yeison Jaimes, se ubicaron en la primera silla del sector central. “Decidimos casarnos, porque es bueno estar con Dios y ya que viene la otra niña, es mejor vivir unidos por este lazo sagrado”, dijo.

El prometido destacó la oportunidad que les ofreció la Arquidiócesis de unirse a través del vínculo matrimonial.

El gestor

Para el Arzobispo, Luis Madrid Merolano, normalmente la Iglesia Católica trata de dar oportunidades a personas que conviven o han tenido dificultades para contraer o tener santificado el matrimonio.

Sostuvo que algunos de los novios y novias se les presentaban dificultades con las partidas de bautismo, porque las tenían en Venezuela, la Gabarra o en otros sitios de Colombia.

“De los que se casaron unos fueron confirmados, otros bautizados y muchos hicieron también la primera comunión”, afirmó.

Según el Jerarca, estas parejas están muy contentas, porque formalizaron ante Dios sus hogares.

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