DIVULGACIÓN
Alumnos del IPN crearon un guante sensible a ese lenguaje para ayudar a niños con problemas de oído; el dispositivo para videojuegos capta los movimientos del usuario y los transforma en palabras.
En México, anualmente nacen 4,000 niños con sordera, y sólo el 10% de esta población recibe educación. Además, el 50% de los casos referidos a este problema de salud podían haberse prevenido, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
En los países desarrollados hay un médico especialista por cada 150,000 habitantes, y en las naciones emergentes la relación cambia a uno por cada dos millones de personas. En México, particularmente, sólo hay 15 especialistas en tecnología capaz de rehabilitar la sordera. Para los niños que no pueden cambiar esta condición, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un guante de tela, sensible al alfabeto del lenguaje de señas, que permite a pequeños con problemas auditivos mejorar su aprendizaje de nivel básico.
El proyecto contempla el uso de un control remoto Wii (utilizado para videojuegos). El guante tiene colocada cinta sobre la tela para captar el lenguaje de señas, por medio de un sistema de luces infrarrojas. El Wii capta los rayos y toda la información se envía vía Bluetooth a una computadora, en la cual, a través de un algoritmo, se determina la letra que realizó el niño mostrándola en pantalla. El proceso se repite hasta formar palabras, explica Nayeli Rodríguez, egresada de la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales e investigadora del IPN.
El sistema está compuesto por dos módulos: uno que utilizan los niños con deficiencia auditiva, y el otro es para los maestros, quienes pueden aprovechar el guante para enseñar cualquier material, por ejemplo matemáticas, y así impartir educación básica en forma más práctica, dice Mario Ramírez, director del proyecto conocido como Sistema Interactivo de Apoyo en el Proceso Enseñanza-Aprendizaje para Niños con Problemas Auditivos.
El problema de la deficiencia auditiva en México necesita mayor cuidado, pues cada año nacen unos 4,000 niños o más con problemas de audición, según estimaciones de la Secretaría de Salud. Aunque las cifras son ‘altas', poco se tiene sobre herramientas para ampliar sus posibilidades de aprendizaje, menciona el director.
El proyecto, en el que participaron otros politécnicos de la Escuela Superior de Cómputo del IPN, se encuentra en promoción entre académicos de nivel escolar básico y posteriormente se buscará difundirlo entre asociaciones dedicas a atender a personas con esta discapacidad.
Esta iniciativa no es la primera que el IPN desarrolla para quienes presentan problemas auditivos. Incluso, la enfermedad se ha convertido en tema de estudio en otras escuelas, como la Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, en la que un grupo de investigadores creó otro guante pero para personas de mayor edad.
En este caso, el guante tiene microswitches colocados en cada dedo; éstos se conectan a una tarjeta electrónica que tiene un microcontrolador y, mediante un software -creado también por los estudiantes- traduce las señas en palabras o frases que aparecen en una pantalla de cristal líquido.
El prototipo posee funciones que permiten al usuario elegir si desea contestar o elaborar una pregunta, así como emitir un saludo o realizar respuestas cortas. Así, las personas que no entienden el lenguaje de las señas pueden comunicarse con los sordomudos.
Este equipo, dice Jaime Becerril, uno de sus creadores, forma parte de los proyectos de una empresa de asistencia tecnológica creada en el IPN. Este negocio trabaja en el desarrollo de prototipos dirigidos sólo a esta población y están en busca de promoverlo entre sectores que pudieran interesarse en adquirir esta tecnología, como tiendas de autoservicio.
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