SOCIEDAD
En la comunidad La Enconada pernoctaron ayer antes de continuar hacia Cotoca. Descansaron y recibieron alimentos de personas solidarias y autoridades.
Los discapacitados avanzan con poco apoyo de las autoridades
Aida Domínguez. La Enconada, El Deber
A falta de un médico que acompañe la caravana de los discapacitados que partió de Trinidad el 15 de noviembre, hay una enfermera, que desde hace 27 días ha atendido las diferentes dolencias de los minusválidos en marcha. Ella es Dayitza Arias, una joven que se ha solidarizado con la causa y a pesar de ello debe abandonarlos porque en su fuente de trabajo, el hospital del municipio beniano de San Andrés, no la esperarán ni un día más.
Esa es una de las muchas quejas que tienen los marchistas que demandan al Gobierno la aprobación de la ley de trato preferencial. “El profesional médico que solicitamos en Trinidad es la señorita Dayitza, ella ha curado y buscado socorro para los enfermos, pero ya no puede continuar, ahora estamos muy tristes porque ella regresa a ‘Trini’ y nadie nos apoya en esta marcha” manifestó Mario Torrico, de la Federación Cruceña de Personas con Discapacidad. Mientras que a la enfermera le sorprende la falta de sensibilidad de las autoridades para apoyar a los discapacitados. “Solo desde Guarayos hasta El Puente nos acompañó una ambulancia y desde Pailón hasta Paila otra, después estuvieron abandonados a su suerte”, lamentó.
Sobre esta apatía y falta de solidaridad en la que marchan estas personas, el monseñor Estanislao Dowlasewicz en la homilía del tercer domingo de adviento, dijo: “Existen voces que dividen, que siembran odio, que promueven el dolor y otras más que, silenciosamente, piden paz, reconciliación, verdad, apoyo y solidaridad, entre esas voces están las de nuestros hermanos discapacitados, que gritan ‘ayúdennos’ y los que pueden dar alegría a estas personas se hacen los sordos”.
Los discapacitados exigen la aprobación de la ley de trato preferencial, que se encuentra en la Secretaría de la Presidencia de Diputados para su tratamiento en el pleno y advierten que si no son escuchadas, harán conocer su protesta a escala internacional. Este proyecto de ley establece una jubilación para las personas con discapacidad a partir de los 45 años, la inclusión laboral en entidades públicas y privadas (10% de los cargos), descuentos del 50% en tarifas de luz, agua, impuestos y transporte; y el bono de Bs 3.000 para 25.000 personas con discapacidad severa.
Los discapacitados que participan de la caravana tienen la ilusión de que las autoridades departamentales salgan a su encuentro para ofrecerles “por lo menos apoyo moral”, mañana cuando lleguen a la ciudad.
Lorena cumplió sus 15 años en plena marcha
María Lorena Arapuca Roca cumplió sus 15 primaveras en La Enconada, mientras la caravana de los discapacitados retomaba impulso para continuar. La inocente joven partió desde Trinidad hace 27 días junto a su madre, su hermano menor, también discapacitado, y su tío, con la ilusión de conseguir el bono que tanto anhelan para comprar medicinas y cubrir otras necesidades.
La memorable fecha para muchas jovencitas de su edad, para ella fue como un día más, solo lo recordó su madre y algunos de sus compañeros de lucha, porque Lorena es inválida a raíz de la poliomielitis que padece de nacimiento y un cuadro de hidrocefalia. Pero al ver la cámara nos regaló una tierna sonrisa, porque es muy inteligente, aunque solo ha cursado el primero básico.
Martes, día de arribo a la ciudad de Santa Cruz
La caravana lleva 28 días bajo lluvia y sol.
La marcha de los discapacitados postergó para mañana su llegada a plaza 24 de Septiembre. Ayer se quedaron en Cotoca para reponer energías y encomendarse a la Virgen.
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