NOTICIAS DE MURCIA.-
No hay nada imposible.
A pesar de lidiar con la dificultad de ser sorda, Nayra Sánchez lleva ya cuatro años en las categorías inferiores del Lorca Féminas dando un ejemplo de superación y de compañerismo que llama la atención de manera poderosa. «De una manera u otra nos entendemos perfectamente», dice su compañera Alejandra Llamas.
La historia de Nayra Sánchez Ponce, jugadora de catorce años del Lorca Féminas, es un ejemplo de casi todo. Integración, inclusión, compañerismo, ilusión, igualdad, y todo ello en torno a un balón de fútbol.
Nayra es sordomuda, hija y hermana de sordomudos, cuya pasión es el fútbol.
Su padre es trabajador de la ONCE y su madre es dependienta en una tienda.
Nació el 14 de diciembre de 2004, tiene catorce años, es su cuarta temporada en el club lorquino y suele jugar en el puesto de lateral izquierdo.
«Es un encanto de niña, alegre, jovial y con muchas ganas de aprender y estar a la altura de sus compañeras», recuerda Isa Soler, la primera entrenadora que tuvo, en la escuela del Lorca Féminas hace cuatro años cuando llegó.
Entrenaban los sábados por la tarde. Comenta 'Isica' que «la primera vez que vino hicimos un corro y fue enseñando con el idioma de signos, a cada compañera, como se decía su nombre o como iba a conocer a cada una».
Las compañeras de Nayra Sánchez han aprendido el lenguaje de signos en un gran ejemplo de integración
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