SOCIEDAD
Como se sabe, el alcalde de Palma, Mateo Isern, se emocionó en la recepción de los Reyes Magos de Oriente a su llegada a la ciudad el pasado día cinco de enero y lloró. Sólo las palabras amables de su teniente de alcalde, Sandra Fernández, sentada a su lado durante la recepción real en la sala de plenos del Ayuntamiento impidió un espectáculo que, por otra parte, no tiene por qué ser negativo. Pero la pregunta que ayer corría de boca en boca en departamentos y dependencias municipales era la de ¿por qué lloró el alcalde? Pues no se sabe muy bien y hay distintas versiones. De hecho, no hay una respuesta oficial cuando se pregunta al gabinete de prensa. Quizás por ello se ha desatado la especulación y unos dicen –los más malintencionados– que lloró al enterarse de que, por haber sido malo y haber dicho muchas mentiras –como la de que no subiría los impuestos–, los Reyes le anunciaron que le traían carbón. Otros afirman que no pudo contener la emoción cuando vio a los niños ciegos que estaban en el salón de sesiones que "veían" a los Reyes palpándoles la cara u observando la emoción que embargaba a los niños y niñas sordos que también acudieron al salón de plenos.
Preparando Sant Sebastià
Ayer, tanto la plaza Mayor como la de España daban una imagen de desolación más acusada que lo habitual. Los operarios de la contrata municipal que se encarga de montar las casetas de los mercadillos navideños comenzaron a desmantelarlas. En la plaza Mayor los trabajos estaban más adelantados que en la de España, en donde ayer por la tarde aún estaban en pie las estructuras. Se trata de que ambos espacios queden libres de obstáculos para que puedan continuar sin problemas los actos de Sant Sebastià. Por cierto, el Ayuntamiento deberá reflexionar sobre qué hacer con el pavimento de la plaza de España, convertido ya en una auténtica vergüenza pública por su mal estado y por la "provisionalidad" indefinida de su arreglo parcial, consistente en sustituir la losa de pizarra que se estropea o se mueve por hormigón.
Gijón con menos trabajo en Cort
Con la creación de la Fundación Palma de Mallorca 365 el teniente de alcalde de Turismo, Álvaro Gijón, tendrá menos trabajo en Cort. Hecho que abona la teoría que piensa dimitir como concejal con el fin de dedicarse en exclusiva a su trabajo como gerente del consorcio de la Platja de Palma. Claro que, el hecho de que este organismo disponga de un magro presupuesto y, por ende, de escaso trabajo al menos para una persona acostumbrada a gestionar varias áreas a la vez, avala la hipótesis totalmente contraria. Es decir, que el también brazo derecho de José María Rodríguez en la junta territorial de Palma del PP se va a quedar en el Ayuntamiento y continuará al frente de sus responsabilidades en la Platja de Palma. Sea lo que sea, el aún teniente de alcalde conserva como paño en oro una fotografía con el president José Ramón Bauzá, en el que este último le muestra su afecto.
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