SUCESOS
Tres hipoacúsicos, presos hace seis meses bajo el cargo de abuso sexual, no pueden defenderse por falta de intérpretes.
El padre de uno de los cinco jóvenes sordomudos, que fueron acusados en febrero pasado de haber abusado sexualmente de una joven de iguales condiciones, se quejó de la lentitud de la Justicia, que no actúa en la causa por el sencillo hecho de carecer de intérpretes para tomarles declaración.
Del grupo, tres están alojados en la Alcaidía Judicial y otros dos fueron liberados por ser menores.
Miguel Arteaga (52), padre de José Miguel (23), ambos mecánicos especializados en cajas de velocidad, dijo ayer a El Tribuno que los muchachos son víctimas de un malentendido y una denuncia falsa realizada por otra hipoacúsica que había participado de una fiesta en la que todos los asistentes poseían la misma discapacidad.
“Esta pesadilla -relató Arteaga- comenzó con un mensaje de texto que recibió mi hijo una noche de febrero, en el que lo invitaban a un festejo en villa 20 de Junio. Doy fe de lo que voy a relatar porque esto me lo contó mi propio hijo, a quien interpreto correctamente por los años que llevamos conviviendo. Esa noche él llegó al domicilio de 20 de Junio cuando ya había cinco jóvenes, todos en estado de ebriedad. Una hora después, dos de las mujeres comenzaron a desvestir a la más joven y a hacerla bailar como una odalisca y en ese desenfreno comenzaron a tomarse fotografías y videos. Al parecer la travesura subió de tono y le acercaron a la joven una botella, que, según el relato de José Miguel, se la pusieron entre las piernas. Luego, hubo una discusión entre las chicas, un conato de violencia, roces y mechonazos hasta que finalmente los ánimos se calmaron. Luego, todos ascendieron al auto de mi hijo, quien los repartió casa por casa esa noche. En las primeras horas del día siguiente él, que tiene esposa y dos hijos, junto a los demás participantes, fue notificado de una denuncia penal por abuso sexual gravemente ultrajante. Se presentó espontáneamente a declarar y quedó hasta ahora privado de su libertad, sin que pudiéramos lograr su excarcelación. Y las dilaciones son, obviamente, porque el juez no encuentra intérpretes para interrogarlos”.
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Tres hipoacúsicos, presos hace seis meses bajo el cargo de abuso sexual, no pueden defenderse por falta de intérpretes.
El padre de uno de los cinco jóvenes sordomudos, que fueron acusados en febrero pasado de haber abusado sexualmente de una joven de iguales condiciones, se quejó de la lentitud de la Justicia, que no actúa en la causa por el sencillo hecho de carecer de intérpretes para tomarles declaración.
Del grupo, tres están alojados en la Alcaidía Judicial y otros dos fueron liberados por ser menores.
Miguel Arteaga (52), padre de José Miguel (23), ambos mecánicos especializados en cajas de velocidad, dijo ayer a El Tribuno que los muchachos son víctimas de un malentendido y una denuncia falsa realizada por otra hipoacúsica que había participado de una fiesta en la que todos los asistentes poseían la misma discapacidad.
“Esta pesadilla -relató Arteaga- comenzó con un mensaje de texto que recibió mi hijo una noche de febrero, en el que lo invitaban a un festejo en villa 20 de Junio. Doy fe de lo que voy a relatar porque esto me lo contó mi propio hijo, a quien interpreto correctamente por los años que llevamos conviviendo. Esa noche él llegó al domicilio de 20 de Junio cuando ya había cinco jóvenes, todos en estado de ebriedad. Una hora después, dos de las mujeres comenzaron a desvestir a la más joven y a hacerla bailar como una odalisca y en ese desenfreno comenzaron a tomarse fotografías y videos. Al parecer la travesura subió de tono y le acercaron a la joven una botella, que, según el relato de José Miguel, se la pusieron entre las piernas. Luego, hubo una discusión entre las chicas, un conato de violencia, roces y mechonazos hasta que finalmente los ánimos se calmaron. Luego, todos ascendieron al auto de mi hijo, quien los repartió casa por casa esa noche. En las primeras horas del día siguiente él, que tiene esposa y dos hijos, junto a los demás participantes, fue notificado de una denuncia penal por abuso sexual gravemente ultrajante. Se presentó espontáneamente a declarar y quedó hasta ahora privado de su libertad, sin que pudiéramos lograr su excarcelación. Y las dilaciones son, obviamente, porque el juez no encuentra intérpretes para interrogarlos”.
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