¿Sabes porque las personas que son sordas tienen mejor vista?

Un estudio reciente intenta descifrar el mecanismo por el cual las personas sordas mejoran notablemente la visión. La investigación fue publicada en la revista Nature Neurocience y parece explicar de manera concreta por qué las personas sordas ven mejor.
Es sabido que cuando alguien pierde el sentido de la audición, comienza un proceso por el cual se desarrolla la visión. También sucede en forma contraria es decir, quienes pierden la visión llegan a alcanzar una audición superior.

La investigación fue liderada por el profesor Stephen Lamber de la Universidad de Ontario, Canadá. Se determinó que los gatos domésticos sordos de nacimiento tenían capacidades de visión periféricas y detección de movimiento más desarrollados que los gatos nacidos con audición normal.

Luego de los estudios de comportamiento, que también fueron realizados en seres humanos, los investigadores utilizaron un método quirúrgico llamado desactivación reversible que les permitió enfriar temporalmente zonas específicas del cerebro.

Esta técnica quirúrgica permite el análisis de la corteza cerebral antes, durante y después de la desactivación. De esta manera se logró comprobar con precisión la parte del cerebro que era responsable del desarrollo de las habilidades visuales y como influye una parte del cerebro sobre otra, cuando se presentan alteraciones.
La explicación es bastante simple, el cerebro es un órgano muy eficiente y no permite que ninguna célula esté inactiva. Cuando una persona se queda sorda, muchas de las células de la corteza cerebral responsables de la audición quedan inactivas, pero el cerebro se encarga de asignarles un nuevo trabajo en el área más cercana posible.

Estos estudios podrían significar un valioso aporte para perfeccionar los implantes para sordos. Estos implantes se realizan insertando quirúrgicamente un pequeño artefacto electrónico debajo de la piel y puede dar una sensación de sonido a las personas con capacidad auditiva reducida o nula. Además, podrían resultar en una nueva generación de implantes dirigidos a regiones especificas de la corteza cerebral.