Por Lissette Martín
La defensa del patrimonio de la Lengua de Señas cubana (LSC) ha constituido una de las primeras misiones de la Asociación de Sordos de Cuba que ya se alista para una cita nacional donde debatirán cómo perfeccionar esa alternativa natural de expresión y configuración gesto espacial y percepción visual o incluso táctil para los sordociegos.
Su presidente en el país, Alejandro Marzo, adelantó para Tribuna consideraciones acerca del encuentro previsto del 8 al 14 de marzo, antesala del IV Congreso de la ANSOC.
“Resultarán determinantes las experiencias del Centro Nacional de Superación y Desarrollo del Sordo en Cuba. Inaugurado en 2008, el capitalino centro de carácter docente educativo cuenta con un especializado claustro para atender la problemática cultural del sordo adulto, contribuir al perfeccionamiento de su lengua natural y un mayor dominio del Español como segunda lengua, además de preparar a los recursos humanos que tributan a la comunidad sorda de la nación caribeña integrada hoy por 23 mil 633 asociados a la ANSOC.
“Trabajamos por eliminar cada vez más las barreras de comunicación de ahí que el encuentro nos permitirá adentrarnos en el intercambio de experiencias de los intérpretes y las maneras de avanzar para fortalecer y promover el registro léxico de la LSC que es una de las misiones del Centro de Superación.”
Oficio de amor
Se dice que el lenguaje de señas resulta tan antiguo como el oral, cada país cuenta con sus propios códigos y especificidades. Este tipo de comunicación incluye cuatro componentes fundamentales: las señas propiamente, expresión corporal, alfabeto manual antiguo y el dactilema (mostrar letras con los dedos). En 1994 Cuba incorporó esta posibilidad para la instrucción en las escuelas especializadas.
La ínsula dispone hoy de 275 intérpretes dentro de la organización, más otros 300 prestando servicios en centros educacionales, talleres especiales para personas con discapacidad, en centros ordinarios donde laboran sordos.
La cifra es insuficiente y la perspectiva es continuar la formación de más personas que dominen el lenguaje gestual o de los signos como también se le identifica, mediante el cual las personas sordas pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social, ya sea conformado por otros individuos sordos o por cualquiera que conozca la lengua de señas empleada.
Alejandro Marzo reconoció el protagonismo de los intérpretes, eslabón fundamental en el proceso de educación y superación de la comunidad sorda cubana y aun más con la implementación del modelo de educación bilingüe que es el que se enfatiza por su integralidad a favor del desarrollo personal y social de los sujetos sordos.
“Resulta un gran paso la graduación de once intérpretes en la Universidad de La Habana, primeros de Cuba y de América Latina, con un elevado nivel de preparación académica”, aseguró el directivo.
Las lenguas de señas son lenguas naturales de producción gestual y percepción visual que tienen estructuras gramaticales perfectamente definidas y distintas de las lenguas orales con las que cohabitan. Mientras que con el lenguaje oral la comunicación se establece en un canal vocal-auditivo, el lenguaje de señas lo hace por un canal gesto-viso-espacial.
Ciudad de La Habana constituye la segunda provincia de la Mayor de las Antillas después de Santiago de Cuba, en el oriente cubano, con la mayor cantidad de miembros –más de dos mil- dentro de la Asociación de Sordos.
El 17 de octubre se instauró como Día Nacional de la Lengua de Señas y el 25 de mayo como Día del Intérprete para reverencia el papel de esas personas dueñas de un oficio filantrópico que como bien se afirma entraña una gran dosis de humanidad y amor hacia el prójimo, capaces de sentir utilidad como mediadores para decir lo que otros quieren expresar.
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